El antiguo jefe de Activision Blizzard, Bobby Kotick, permanecerá como director ejecutivo hasta finales de 2023, tras la adquisición por parte de Microsoft del editor Call of Duty.
Casi dos años desde que se anunció el acuerdo, el viernes Microsoft finalmente cerró su fusión de 68.700 millones de dólares con Activision Blizzard.
Kotick reportará al jefe de juegos de Microsoft, Phil Spencer.
«He dicho durante mucho tiempo que estoy totalmente comprometido a ayudar con la transición», dijo Kotick hoy en un correo electrónico a los empleados de Activision Blizzard.
«Phil me pidió que permaneciera como CEO de ABK, reportándole a él, y acordamos que lo haré hasta finales de 2023. Ambos esperamos trabajar juntos en una integración fluida para nuestros equipos y jugadores».
Kotick fue director ejecutivo de Activision desde febrero de 1991 hasta julio de 2008, cuando se convirtió en director ejecutivo de Activision Blizzard en relación con la fusión de Activision y Vivendi Games.
Es el único ejecutivo de Activision Blizzard que tiene protección de cambio de control que lo recompensaría financieramente en caso de que sea reemplazado luego de una adquisición.
Como accionista importante, Kotick está en condiciones de ganar cientos de millones de dólares con el acuerdo. También tiene derecho a una indemnización si se rescinde su contrato o se marcha por diversas circunstancias dentro del año siguiente a un cambio de control en la empresa.
Si bien ha ayudado a llevar a Activision Blizzard a grandes alturas comerciales durante su mandato, la reputación de Kotick (y la de la empresa) ha sufrido mucho en los últimos años tras varios escándalos, incluidas acusaciones de que los ejecutivos ignoraron o intentaron restar importancia intencionalmente a casos denunciados de acoso sexual y discriminación de género.