El jefe se sienta en el armario: en España el VAR provoca discusiones sobre quién arbitra un partido de fútbol


En España se han publicado recientemente las actas de las conversaciones entre el árbitro de campo y el videoárbitro. Los diálogos de un polémico partido del Real Madrid muestran hasta qué punto los fantasmas de las pruebas en vídeo han cobrado vida propia.

El árbitro Francisco José Hernández Maeso (izquierda) avisa al jugador del Real Dani Carvajal tras marcar el gol de la victoria.

Florencia Tan Jun/Getty

¿Quién arbitra un partido de fútbol, ​​el árbitro en el campo o el de la pantalla? Desde la introducción de pruebas en vídeo, esta pregunta ha estado en la mente de los fanáticos de todo el mundo. Desde España llegan ahora interesantes ideas sobre la respuesta.

En un intento pionero a nivel europeo, se han publicado durante dos rondas todos los protocolos de conversación de las escenas en las que el videoárbitro (VAR) pide al árbitro de campo que compruebe en el monitor. Como si fuera una orden, el domingo pasado se produjo el partido de liga más polémico en muchos años: gracias a tres intervenciones del VAR, el Real Madrid transformó una derrota por 0-2 contra el colista Almería en un 3-2.

“Te recomiendo hacer una revisión en el campo”: Con este anglicismo, el VAR llamó a Alejandro José Hernández Hernández -experimentado árbitro FIFA- al árbitro de campo Francisco José Hernández Maeso -recién llegado a La Liga- a los diez minutos del segundo Tres veces en la pantalla en el entretiempo. Primero hubo penalti con la mano para el Real para poner el 1:2, con la segunda intervención se anuló un gol al Almería para poner el marcador 1:3 y con el tercero se decretó un gol del Real que inicialmente fue anulado por manos. correcto para que sea 2:2. Maeso se revisó tres veces por recomendación del VAR.

Pequeña selección de perspectivas.

Las decisiones ad hoc de Maeso sobre el terreno de juego no fueron del todo erróneas. Más bien, expertos y colegas profesionales analizaron que tenía razón en la primera escena. Sólo en el segundo caso consideraron justificada principalmente la corrección tras el estudio del vídeo. Sobre el tercero, las opiniones seguían divididas incluso varias horas después e innumerables movimientos lentos.

Durante la primera intervención, la escena del penalti, el videoarbitraje mostró al árbitro de campo una pequeña selección de ángulos de cámara y señaló una mano de un jugador del Almería. Sin embargo, no dijo una palabra sobre el juego sucio previo del Real, que todos los expertos creían que había justificado la decisión original de Maesa. “¿Por qué no se le muestran al árbitro los otros ángulos de cámara?”, preguntó la UD Almería en una reacción en su cuenta X.

No hay necesidad de ver una conspiración aquí. La selección limitada de perspectivas también puede deberse a que Hernández no quería que el procedimiento se prolongara demasiado. Los retrasos son otra crítica al VAR. Pero al final de la rápida comprobación, en este caso se tomó una decisión equivocada. El episodio ilustra cómo la evidencia en video crea sus propios problemas.

El árbitro de campo como mero agente indirecto

Durante la tercera intervención, el 2-2 de la Real, el VAR dijo inicialmente al árbitro de campo: «Deberías volver a mirar la no mano». Antes se corrigió: “El posible no balonmano”. Hernández dejó clara su opinión en sus primeras palabras. Luego explicó varias veces en tono apodíctico: “El balón le va al hombro”. Nadie en el país vio la escena con tanta claridad. El VAR Hernández se excedió claramente en su autoridad prevista.

Breve reseña: La prueba en vídeo fue impulsada por el autoproclamado reformador de la FIFA Gianni Infantino a partir de 2016, tras décadas de rechazo por parte de las autoridades del fútbol, ​​para poder corregir “decisiones claras y manifiestamente erróneas”. Pero los reguladores de la Junta Internacional de la Asociación de Fútbol (Ifab) eran conscientes de lo delicado del asunto. Especialmente en un deporte como el fútbol, ​​donde muchas escenas transcurren en una zona gris. Por lo tanto, la tecnología sólo debe servir como control para el árbitro de campo y de ningún modo debe privarlo de su autonomía.

Ocho años después, los protocolos de conversación de España muestran hasta qué punto los espíritus convocados han cobrado vida propia. En cualquier caso, el domingo en Madrid el actual director del partido estaba sentado en el armario. Con extractos arbitrarios y anuncios claros, el experimentado Hernández redujo a la joven Maesa a un mero agente indirecto.





Source link-58