Todos tenemos estos recuerdos de nuestros días de escuela. Una situación que nos parece ayer: hay un examen en la escuela y sabes que has aprendido y preparado, y sin embargo el resultado no es el que esperabas. Pequeños errores, falta de atención, falta de concentración, malas condiciones en el día, y el resultado final es una calificación que no encaja en el concepto. El sentimiento que sigue es decepción, tristeza, tal vez vergüenza o miedo.
Esto es algo que definitivamente quiero enseñarles a mis hijos de manera diferente, porque cada error es la base de un nuevo conocimiento y tiene el poder para un verdadero éxito en el aprendizaje. ¡Por eso celebramos los errores y esperamos con ansias cada una de estas experiencias juntos!
Desafortunadamente, nunca lo experimenté de esa manera y luché durante mucho tiempo para poder aceptar las derrotas y los fracasos por lo que son en la vida, es decir, hitos importantes. Una vez que se superan esos obstáculos y se digiere el esfuerzo, hay un verdadero alivio y un orgullo genuino. Esto es como un motor para las próximas tareas que la vida cotidiana tiene reservadas. Y las celebridades tienen la misma experiencia.
Ya se trate de errores de cálculo, fracasos comerciales o crisis de la vida, si aceptamos estos valles, ¡seremos más fuertes que nunca después!