Tras multitudinarias manifestaciones en su contra, el presidente Obrador activó a sus simpatizantes. En un discurso, el populista de izquierda calificó su modelo de gobierno como “humanismo mexicano”.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, saluda a sus seguidores en la Ciudad de México.
(dpa)
Dos semanas después de las manifestaciones masivas en su contra, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, salió a las calles con miles de simpatizantes. Juntos marcharon por la Ciudad de México durante más de cuatro horas el domingo hasta la céntrica plaza Zócalo, donde luego el jefe de Estado y de Gobierno pronunció un discurso. La ocasión fue el final de los primeros cuatro años de su sexenio.
La constitución del país norteamericano no permite la reelección del presidente. Según informes de prensa, algunos simpatizantes le pidieron a López Obrador durante su discurso en la capital que volviera a postularse. El hombre de 69 años se negó. El 13 de noviembre, miles de personas se manifestaron en la Ciudad de México, entre otros lugares, en contra de una reforma electoral planeada por la izquierda populista, que los críticos creen que debilitaría la democracia.
López Obrador, a menudo llamado Amlo por sus iniciales, ha disfrutado de altos índices de aprobación desde que asumió el cargo el 1 de diciembre de 2018. Se presenta como un luchador honesto y humilde contra la corrupción y el domingo calificó su modelo de gobierno como “humanismo mexicano”. Hasta ahora no ha podido controlar la violencia en la llamada guerra contra las drogas. El exalcalde de la Ciudad de México fue criticado repetidamente por su manejo de la pandemia del coronavirus y su hostilidad hacia los críticos, activistas y periodistas.