Harry, que llegó a Balmoral alrededor de las 8 p. m. de esa noche, una hora y media después de que el Palacio de Buckingham anunciara que su abuela, la Reina, había muerto, ahora es fotografiado nuevamente en el aeropuerto. Al igual que el día anterior, se encuentra sin familiares cuando aborda un avión en el aeropuerto de Aberdeen. Su traje es negro en señal de luto, su expresión seria.
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