El ritmo de inflación a un año se desaceleró en diciembre en Francia, según una primera estimación publicada el miércoles 4 de enero por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee). El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 5,9% en los doce meses a finales de diciembre, frente al 6,2% de finales de noviembre.
El índice de precios al consumidor final de diciembre, el único válido para la indexación de contratos privados, rentas vitalicias, pensiones alimenticias o para la evolución del Smic por ejemplo, se dará a conocer el 13 de enero.
Sin embargo, la caída registrada en diciembre solo podría ser temporal, ya que el INSEE advirtió el mes pasado que el índice de precios al consumidor (IPC) debería alcanzar un máximo del 7% a principios de 2023, antes de caer de manera más permanente a partir de marzo.
El peso de la energía
A lo largo de un año, la inflación siguió estando impulsada por la subida de los precios de la energía, que se disparó un 15,1%, y por la de los productos alimenticios, que subió un 12,1%, mientras que la subida de los precios de los productos manufacturados se mantuvo acotada al 4,6%, y que de los servicios es aún más contenido, con un 2,9 %.
En un mes, los precios cayeron un 0,1% en diciembre respecto a noviembre, frente a un aumento del 0,3% el mes anterior, debido a la caída de los precios de la energía a finales de año.
El repunte de la inflación, anticipado por el INSEE para inicios de año, está ligado en particular a la subida del 15% de los precios de los energéticos regulados prevista para principios de 2023, los del gas a subir en enero y los de la electricidad en febrero.
Por último, el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IPCA), que sirve de referencia a nivel europeo, se desaceleró de forma más acusada que el IPC en diciembre, cayendo la subida interanual hasta el 6,7%, desde el 7,1% de noviembre. .