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Investigadores de la Universidad Texas A&M han utilizado el telescopio James Webb de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) para descubrir partículas de humo y smog en una galaxia que se encuentra a 12 mil millones de años luz de la Tierra. Descrito oficialmente como «partículas orgánicas», el descubrimiento permite a los astrónomos echar un vistazo a un momento en que el universo estaba en sus primeras etapas de formación. Fue publicado en Nature Journal a principios de este mes y es uno de los primeros descubrimientos de este tipo realizados por el telescopio Webb que ha asombrado tanto a los astrónomos como al público en general con sus imágenes nítidas de las galaxias.
El descubrimiento de James Webb permite a los astrónomos ver la formación de estrellas cerca del comienzo de los tiempos
El telescopio James Webb se lanzó en diciembre de 2021 y comenzó a operar aproximadamente seis meses después, en junio de 2022. Su primer conjunto de imágenes llegó un mes después como parte de una prueba de los cuatro instrumentos científicos principales del telescopio. Estos instrumentos son una cámara de infrarrojo cercano, un espectrógrafo de infrarrojo cercano, un instrumento de infrarrojo medio y un grupo de sensores y espectrógrafos.
Al mismo tiempo, el telescopio no solo puede capturar imágenes más nítidas, sino que también puede calcularlas mucho más rápido que sus predecesores, una característica crucial para una herramienta diseñada para capturar cientos de gigabytes de datos de imágenes.
Ahora, ha permitido a los astrónomos de la Universidad Texas A&M ver las primeras etapas de la formación del universo. El universo tiene aproximadamente 13.700 millones de años y las imágenes capturan humo y smog desde una impresionante distancia de 12.000 millones de años luz de la Tierra. A falta de una mejor redacción, esto no es más que una mirada al pasado, ya que las galaxias visibles en la imagen tendrán una forma diferente hoy, si es que existen. Si lo harán en 2023, se desconocerá por otros 12 mil millones de años.
De manera crucial, el smog, que es viable en alta definición según los estándares de la astronomía, también ha permitido a los astrónomos desarrollar una comprensión más profunda de cómo funciona el universo. Las creencias sostenidas convencionalmente indican que el humo y el smog. generalmente indica el nacimiento de nuevas estrellas.
Sin embargo, el astrónomo que lidera el último descubrimiento de Texas A&M, Justin Spilker, comparte que este podría no ser el caso ya que su equipo pudo encontrar muchas regiones donde había humo pero poca o ninguna formación estelar nueva.
Además, el hecho de que Webb pueda mirar hacia atrás miles de millones de años en el pasado también permite a los astrónomos comprender las primeras fases de la formación del universo. Según Spilker:
¿Detectar humo en una galaxia al principio de la historia del universo? Webb hace que esto parezca fácil. Ahora que hemos demostrado que esto es posible por primera vez, esperamos tratar de entender si es realmente cierto que donde hay humo, hay fuego. Tal vez incluso podamos encontrar galaxias que son tan jóvenes que moléculas complejas como estas aún no han tenido tiempo de formarse en el vacío del espacio, por lo que las galaxias son todo fuego y nada de humo. La única forma de saberlo con certeza es mirar más galaxias, con suerte incluso más lejos que esta.
Él y su equipo también tuvieron suerte esta vez ya que la luz de la galaxia se amplificó debido a un anillo de Einstein. Este fenómeno ocurre cuando dos galaxias están alineadas y la luz de la galaxia en la parte posterior es amplificada por la gravedad de la galaxia en el frente. Esto permite al observador tener una mirada mucho más detallada de lo que hubiera sido posible de otra manera.