El trabajo de James Stewart en la ventana trasera y el vértigo era ‘no hacer nada bien’


Las dos películas más importantes de Hitchcock protagonizadas por Stewart, «Rear Window» y «Vertigo», requerían que su estrella se parara mucho y, en el caso de la primera, se sentara. En «La ventana trasera», Stewart pasa la película dentro de su apartamento de Greenwich Village como el fotógrafo LB Jefferies, que observa lo que cree que es el asesinato de la esposa de su vecino y el subsiguiente encubrimiento desde su ventana. Como tal, se requería mucho mirar y reaccionar del papel, junto con algunos trucos simples para hacer avanzar la trama. Específicamente, Hitchcock se basó en el efecto Kuleshov acuñado por el cineasta ruso Lev Kuleshov mediante el cual colocas dos imágenes no relacionadas juntas y cortas entre ellas, lo que permite que la audiencia llene el vacío emocional.

Lo mismo sucedió cuatro años después con «Vértigo» de 1958, en la que Stewart pasa casi toda la película aturdido, desconcertado y, en general, tomado por sorpresa sin tener mucho más que hacer. Hitchcock sabía que podía contar con que el actor principal lo haría con el tipo de magnetismo silencioso que necesitaba. Como le dijo el director al crítico de cine Francois Truffaut en una entrevista:

«Cuando una película ha sido puesta en escena adecuadamente, no es necesario confiar en el virtuosismo o la personalidad del actor para la tensión y los efectos dramáticos. En mi opinión, el principal requisito para un actor es la capacidad de hacer nada bien, lo cual de ninguna manera es significa tan fácil como parece».

Truffaut respondió en ese momento señalando cómo en «Rear Window» y «Vertigo», Stewart no estaba «requerido para emocionarse» y que «simplemente mira, trescientas o cuatrocientas veces, y luego le muestra al espectador lo que está mirando». .»



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