El xenomorfo no es el monstruo más aterrador de Alien


«Antes de atracar, creo que deberíamos discutir la situación de las bonificaciones», declara Parker (Yaphet Kotto), quien, junto con Brett (Harry Dean Stanton), representa el último pedido en el barco. «Verá, el señor Parker y yo sentimos que la situación de las bonificaciones nunca ha estado en un nivel equitativo», continúa Brett. Cuando el Capitán Dallas (Tom Skerritt) señala que todos firmaron un contrato por su trabajo y que la compañía tiene la intención de cumplirlo, Brett responde con lo obvio: «Sí, pero todos los demás obtienen más que nosotros».

A primera vista, esta conversación parece poco más que la construcción del mundo. Scott se toma su tiempo para presentarle a la audiencia a los personajes, dándonos la oportunidad de preocuparnos por ellos antes de que el Xenomorfo se suelte. Pero la estructura de la conversación resalta la posición de toda la tripulación en la galaxia. A los ojos de la Compañía, la tripulación sólo importa en la medida en que transporten materiales con los que la Compañía pueda obtener ganancias. Si esa carga, como en el caso del Xenomorph, pone en riesgo a la tripulación, entonces es un cálculo simple.

La Compañía puede operar de esta manera precisamente por la misma razón que Dallas puede cerrar la discusión entre Parker y Brett. Todos operan según contratos, un conjunto predeterminado de reglas que determina sus interacciones entre sí. Desde las entrañas del Nostromo hasta la cima de la Compañía, las personas se tratan entre sí no como otros seres humanos sino como signatarios de un contrato.

Para ser claros, eso no es del todo malo. Si Dallas hubiera cumplido con la letra de su contrato, habría seguido la insistencia de Ripley de que Kane (John Hurt) infectado no ingresara al barco. Ripley puede defenderse de las súplicas humanas de ayuda de Dallas precisamente gracias a los protocolos establecidos por sus empleadores y sus contratos.

Sin embargo, la resolución de ese conflicto ilustra los límites del enfoque contractual. Ash parece romper las reglas al permitir que Kane y Lambert (Veronica Cartwright) traigan al Kane infectado al barco. Pero como Dallas deja claro más tarde, Ash no violó las reglas.

“¿Cómo sucede eso?” exige Ripley cuando se enfrenta a Dallas. “Lo mismo ocurre con todo lo demás”, responde. “Órdenes de la Compañía”. La manera claustrofóbica con la que Scott filma el túnel en el que discuten aumenta su encierro. Ambos están atrapados en contratos que no entienden de una empresa que no se preocupa por ellos.



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