Emmanuel Macron: su propuesta de condicionar la RSA a una actividad genera polémica


Una “mejor equilibrio de derechos y deberes” o una medida «antisocial» ? Desde la presentación de su proyecto el 17 de marzo, una reforma planteada por Emmanuel Macron ha desatado una andanada de críticas de sus competidores a la elección presidencial, pero también de sindicatos o asociaciones que luchan contra la exclusión: su voluntad de condicionar la renta solidaria activa ( RSA) a quince o veinte horas de actividad semanal, facilitando la integración profesional.

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Apenas finalizada la rueda de prensa del candidato presidencial, sus opositores denunciaron esta idea, presentada como un dispositivo que pagaría con descuento a los beneficiarios. Ellos “Trabajará por 7 euros la hora, ¡ni siquiera el nivel del salario mínimo! », protestó el candidato comunista, Fabien Roussel. Lo cual supone que «de quince a veinte horas de trabajo» por semana se pagarán 565 euros, el importe de la RSA por mes para una sola persona. Mismo argumento con la representante del Rally Nacional (RN), Marine Le Pen. “Emmanuel Macron quiere crear un trabajo de media jornada a 6 euros la hora”se indignó, criticando una lógica «neoliberal».

Varios sindicatos también se han mostrado muy críticos, entre ellos el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, o su homólogo de la UNSA, Laurent Escure. “Los más pobres deben ser apoyados, no sospechados ni castigados. La formación debe ser proporcionada, no impuesta.juzgó este último.

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Enfrente, los macronistas aseguran ser víctimas de un juicio falso, jurando que no quieren crear puestos de trabajo mal pagados. Para escucharlos, el sistema que quieren implementar no tendría nada «punitivo» sino que apuntaría, por el contrario, a «acompañar» los casi 2 millones de beneficiarios de RSA hacia un » real « contrato de trabajo. Sin que la recaudación de esta renta mínima sea un fin en sí mismo, sino simplemente una etapa transitoria.

“El objetivo es salir de ella”

RSA “es un progreso social, pero el objetivo no es quedarse ahí, es salir de él”subrayó el primer ministro, Jean Castex, el lunes 21 de marzo en TF1. “Ayudar a alguien, acompañarlo hacia la integración, siempre es mejor que darle una mesada. La concesión es la respuesta de los cobardes”, declaró el jefe de los diputados La République en Marche (LRM), Christophe Castaner, el lunes, en BFM-TV. «La mesada es la respuesta a la pobreza», replicó el diputado de La France insoumise (LFI) Adrien Quatennens.

La controversia se ve alimentada por la ambigüedad de los comentarios de Macron. Cuando habló de la necesidad de «dedicar de quince a veinte horas a la semana a una actividad»para poder tocar el RSA, ambos hablaron de un «deber» – sugiriendo que esto se aplicaría a todos los beneficiarios, sin distinción – antes de decir que esto afectaría «todos los que pueden». Esto plantea dudas sobre posibles exenciones. La organización concreta del dispositivo no se especifica más en su proyecto presidencial. Bajo el título «Derechos y deberes reforzados», simplemente se escribe que el RSA debe ser «condicionado a una actividad efectiva que permita la integración». Sin especificar los criterios que permitirán evaluar qué «actividad real».

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