Una larga mesa había sido instalada el jueves 11 de agosto a la entrada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo para repartir desayunos a los sin techo, que ahora son legión en el centro de la megalópolis. Detrás, los voluntarios del Movimiento Sin Tierra estaban ocupados sirviendo café. Esta organización se ha adherido, como muchas otras, a la «Carta a los brasileños y brasileñas por la defensa de la democracia», escrito por miembros de la Facultad de Derecho y desde entonces firmado por más de un millón de personas y muchas escuelas y universidades.
La movilización cobró impulso el jueves, cuando miles de brasileños salieron a las calles de varias ciudades importantes del país para “defensa de la democracia”. Este movimiento, apoyado por abogados, sindicatos y organizaciones empresariales, pretende responder a los ataques del presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro, contra las instituciones a menos de dos meses de las elecciones presidenciales, previstas para el 2 de octubre.
“Repartir alimentos es para nosotros una forma de recordarnos que nuestra democracia nunca será perfecta mientras 33 millones de nuestros compatriotas pasen hambre”, comenta Joao, untando bollos con mantequilla a un ritmo notable. En el patio de la facultad, los oradores se turnaron en el podio para discutir en particular la situación social y el racismo sufrido por los negros en la joven democracia brasileña. En las paredes, pancartas que proclaman “Una democracia sin hambre” y «Nunca más dictadura» había sido colgado.
En el origen de esta movilización, la Carta se inspira en la escrita dentro de esta misma facultad de Sao Paulo en 1977 para oponerse al régimen dictatorial. Esta herencia se evoca desde las primeras líneas del texto, que recuerda además que «las amenazas al estado de derecho, la incitación a la violencia y la ruptura del orden constitucional son intolerables»sin mencionar nunca a Jair Bolsonaro por su nombre.
Referencia a Donald Trump
La carta, sin embargo, se refiere claramente al intento de Donald Trump de revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, modelo en el que su homólogo brasileño parece inspirarse en su retórica. “Recientemente hemos sido testigos de excesos autoritarios que han puesto en peligro la democracia secular de América del Norte. Allí, los intentos de desestabilizar la democracia han fracasado. Aquí tampoco ganarán»., podemos leer
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