En China, Bashar Al-Assad concluye una “asociación estratégica” con Xi Jinping


Al llegar a China el jueves 21 de septiembre para una visita de cinco días, el presidente sirio Bashar Al-Assad fue recibido el viernes por el presidente Xi Jinping. Los dos líderes anunciaron la creación de una «Asociación estratégica» entre los dos países. “Ante una situación internacional llena de inestabilidad e incertidumbre, China está dispuesta a seguir trabajando con Siria, apoyándose mutuamente, promoviendo la cooperación amistosa y defendiendo conjuntamente la equidad y la justicia internacionales”declaró el presidente chino. “La parte china seguirá brindando toda la asistencia posible a Siria y apoyando los esfuerzos de reconstrucción y recuperación de Siria”dice el comunicado de prensa conjunto.

“Esta visita es sumamente importante por el momento y las circunstancias porque hoy se está formando un mundo multipolar que restablecerá el equilibrio y la estabilidad internacional”por su parte, subrayó el dictador sirio. “Le agradezco a usted y al gobierno chino todo lo que ha hecho para apoyar al pueblo sirio en su causa y sus pruebas”declaró Bashar Al-Assad, citado por la agencia oficial siria SANA.

Esta visita constituye un nuevo éxito diplomático para Bashar Al-Assad. Prohibido por la comunidad internacional por su sangrienta represión del levantamiento de marzo de 2011 y las atrocidades que perpetró durante la guerra civil, el dictador busca fortalecer su legitimidad en la escena internacional. La readmisión de Siria en la Liga Árabe en mayo, impulsada por Arabia Saudita, fue un primer gesto a favor de su rehabilitación. Al venir a China para reunirse con el presidente Xi Jinping, diecinueve años después de su primera visita como joven jefe de Estado, Bashar Al-Assad se aseguró el apoyo de la segunda potencia mundial, que pretende reforzar su influencia en Oriente Medio.

Para Assad, una cuestión principalmente económica

Bashar Al-Assad debía asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos Asiáticos organizados por China el sábado en Hangzhou, esta ciudad del sudeste que alberga en particular la sede de la empresa digital Alibaba. Además de Xi Jinping y Bashar Al-Assad, también estarán presentes los líderes de seis países (Camboya, Corea del Sur, Kuwait, Malasia, Nepal y Timor Oriental). En esta ocasión, Xi presidiría un almuerzo que ayudará a sacar a Siria de su aislamiento diplomático.

Bashar Al-Assad llegó a China a bordo de un avión de Air China, acompañado de su esposa. El viernes, la pareja visitó un templo budista donde, según la propaganda, los turistas les dieron una cálida bienvenida. Pero, para Bashar Al-Assad, la cuestión de esta visita es sobre todo económica. El dictador busca inversiones para financiar la reconstrucción de Siria, asolada por doce años de guerra y hoy enfrentada a una crisis económica y financiera sin precedentes, que está alimentando una nueva ola de manifestaciones en el sur del país.

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