En el Sahel, el fracaso insuperable de la estrategia francesa


Ésta es una de las reglas básicas para planificar cualquier operación militar, casi un dogma, repetida una y otra vez a los jóvenes oficiales para evitar perder guerras de antemano: no hay victoria militar que valga la pena sin apoyo social y político. Si hay una lección, sin embargo, que se impone brutalmente a Francia, al final de diez años de intervenciones en África, es el fracaso de esta cooperación «cívico-militar», la «Cimic», como se la llama en doctrina. manuales, que iba a ser la condición sine qua non para una presencia prolongada en el Sahel.

«Torpeza», «dimes y diretes»las palabras son aún modestas, en el ámbito de la defensa, para describir los errores de esta coordinación que, desde el principio, debía combinar la contención de la expansión del yihadismo en cinco países del Sahel (Burkina Faso, Mali, Mauritania, Níger y Chad) ayuda masiva al desarrollo para los países de la región. Esta coordinación nunca llegó a concretarse, incluso después del intento de articularla en torno a un verdadero consorcio de donantes: la Alianza del Sahel, lanzada en julio de 2017 por Francia, Alemania y la Unión Europea, a la que se sumaron diez países e instituciones financieras internacionales.

“¿Nos contamos historias unos a otros?” »se pregunta una fuente empresarial con motivo del lanzamiento de las principales operaciones militares francesas de los últimos años. “Manejamos todo esto como idiotas”La opinión de un diplomático, estacionado desde hace mucho tiempo en la región, es más dura cuando el 10 de octubre comenzó la retirada de 1.500 soldados franceses de Níger, prevista para finales de año. Se trata de la tercera salida en menos de dos años de un país de la antigua “precuadra” de Francia en África.

Como llegamos alla ? ¿De quién es la culpa? De Bamako a París, de Uagadugú a Lomé, surge una certeza: este gran error data de 2014, año en el que la operación militar “Serval” se transformó en “Barkhane”. En aquella época, Francia podía presumir de una gran hazaña militar. Mali estuvo amenazada de colapso, dividida en dos durante varios meses. Los separatistas tuareg aliados con grupos yihadistas afiliados a Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) controlaban la mitad norte del país. No amenazaron a la capital, Bamako, pero su influencia siguió creciendo hacia el centro de Malí. La operación “Serval”, lanzada en enero de 2013, a petición de las autoridades malienses, por el ex presidente François Hollande, después de haber rechazado durante mucho tiempo la hipótesis, permitió, en apenas tres meses, asestar un duro golpe. .pie en este hormiguero.

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