En España, primer gran incendio de principios de año, en un contexto de sequía prolongada


Se dieron todas las condiciones para provocar un gigantesco incendio: temperaturas anormales para la temporada, superiores a los 25°C, llegando incluso a los 30°C, vegetación extremadamente seca, ligada a una severa y prolongada falta de lluvias, índice de humedad del aire inferior a 30 %, y vientos fuertes, superiores a 30 km/h. El jueves 23 de marzo, tres días después de la primavera, se produjo en el interior de la Comunidad Valenciana, al este del reino, el primer gran incendio de la temporada en España, lo que obligó a las autoridades a evacuar ocho municipios, es decir, cerca de 1.800 personas.

El domingo por la tarde, un informe provisional mostraba 3.900 hectáreas de bosque devoradas por el fuego, en una zona de pinar y matorral, cerca de las magníficas piscinas naturales de Fuentes de Baños, no lejos del parque natural Sierra de Espadán. Después de una pausa el sábado, los temores de una reanudación incontrolable del fuego mantuvieron a las autoridades en alerta durante todo el domingo, cuando se registraron temperaturas de 27°C, humedad por debajo del 20% y fuertes vientos del oeste superiores a 50 km/h en el lugar. Por la noche, cerca de 500 bomberos y 20 bombarderos continuaron combatiendo las llamas, contenidas en un perímetro de 40 kilómetros.

A la espera de la confirmación oficial, parece que el incendio se inició por chispas de una desbrozadora municipal, empleada en la localidad de Villanueva de Viver, en la provincia de Castellón, en el límite entre las regiones de Aragón y Valencia. Cuatro personas fueron escuchadas por la gendarmería el sábado. Sin embargo, más allá del factor humano, este incendio temprano ilustra sobre todo la fragilidad con la que España se acerca a la «temporada de incendios», mientras el país vive una de las sequías más prolongadas desde 1970. “Estos incendios, tan prematuros, son una prueba más de la emergencia climática que vive la humanidad”, reaccionó el 24 de marzo el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, que iba a acudir al lugar el lunes. Con una sensación de impotencia en la voz, el portavoz de los bomberos de Castellón había hecho una observación similar: “ Estamos ante un incendio propio del verano…”

En la provincia de Castellón solo ha llovido el equivalente a dos días en los últimos cuatro meses, y un volumen siete veces inferior a los valores «normales», según el profesor de climatología de la Universidad Jaume-I de Castellón, José Quereda . A esta sequía se suma el agravante que supone el abandono de las zonas rurales del interior de España, lo que favorece la acumulación de grandes cantidades de madera muerta y otros “combustibles vegetales” en los bosques. Condiciones que se encuentran en muchas otras regiones del país.

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