En España, se retiran los cargos de sedición contra Carles Puigdemont


Mientras que a finales de noviembre una reforma del código penal derogó este delito en el país, el Tribunal Supremo español retiró oficialmente los cargos de sedición contra el separatista Carles Puigdemont, expresidente de Cataluña, el jueves 12 de enero.

Exiliado en Bélgica desde finales de 2017 para evitar ser procesado en España, Puigdemont aún no ha respondido a los cargos de desobediencia y malversación de fondos. La sedición se castigaba con una pena máxima de prisión de quince años.

Los intentos previos de España de extraditar al expresidente de Cataluña durante sus estancias en Alemania, Bélgica e Italia han fracasado. El juez del Tribunal Supremo español, Pablo Llarena, dijo el jueves que presentará una nueva solicitud de extradición a las autoridades belgas para que Carles Puigdemont sea juzgado por cargos menos graves, en función de las sentencias de los tribunales europeos sobre su inmunidad.

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España modificó su código penal a finales del año pasado para derogar la histórica ley de sedición, en virtud de la cual algunos políticos separatistas fueron condenados a hasta 13 años de prisión, tras la crisis constitucional provocada en 2017 por el referéndum sobre la independencia de Cataluña y la proclamación unilateral de la la República Catalana.

Mitigando el conflicto entre Madrid y Cataluña

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien más tarde indultó a los condenados tras los hechos, dijo que la medida debería aliviar aún más el conflicto político entre Madrid y Cataluña. Los partidos de oposición dijeron que la medida tenía por objeto garantizar que la coalición liderada por los socialistas de Pedro Sánchez siguiera recibiendo el apoyo de los partidos independentistas en votaciones parlamentarias polémicas.

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Esta controvertida reforma también se tradujo en la reducción de las penas para el delito de malversación de caudales públicos (malversación). Por lo tanto, es castigado con uno a cuatro años de prisión si no hubo deseo de enriquecerse. Sin embargo, el juez Llarena considera que el Sr. Puigdemont no tiene derecho a beneficiarse de esta reducción. Si se demuestra un deseo de enriquecerse, la pena máxima por malversación de caudales públicos puede ascender hasta los doce años de prisión en España.

“No se trata de aceptar ser condenado por delitos que parecen menores pero no lo son”, dijo el Sr. Puigdemont por la noche, sugiriendo que no regresaría a España hasta que la justicia europea haya fallado a su favor al restaurar su inmunidad como eurodiputado. Es miembro del Parlamento Europeo desde 2019.

“Estamos llegando al final de la batalla legal en Europa y la pelearé hasta el final (…) No voy a volver [en Espagne] esposado o compareciendo ante un juez español”, agregó. Su abogado, Gonzalo Boye, indicó que la justicia europea podría dictar su decisión a finales de febrero o en marzo.

El mundo con AFP



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