En Estados Unidos, la influencia de las personas mayores en la política


Globos colgados en la pared, jugo de naranja en los vasos y un pastel de coco, su favorito, para celebrar el evento: el 20 de noviembre, Joe Biden estuvo rodeado de sus nietos para celebrar sus 80 años.mi aniversario. Su esposa, Jill, compartió una foto en Twitter. La edad del presidente no es anecdótica. Dice una longevidad excepcional en la política, quien fue electo senador por primera vez en 1972. También impone un legítimo cuestionamiento sobre la permanencia, y la conservación de su plena capacidad de gobernar.

Joe Biden cumpliría 86 años tras un segundo mandato. Esta perspectiva es obviamente uno de los factores clave en su decisión, aún desconocida hasta la fecha, de postularse o no para las elecciones presidenciales de 2024.

Más allá de este tema, es toda la política la que se sospecha confiscada por la clase alta, mientras que el nuevo Congreso entrará en sesión el 3 de enero de 2023. ¿Se ha convertido Estados Unidos en una gerontocracia?

Recién elegido en el 10mi Electorado de Florida, Maxwell Frost, de 25 años, es un activista progresista de ascendencia afrocubana. Entre las revelaciones de los exámenes parciales, a principios de noviembre descubrirá el abismo que lo separa de la mayoría de sus colegas en el Capitolio. Cuando Maxwell Frost viajó a la capital en busca de alojamiento, su estatus de recién elegido no fue suficiente. Exconductor de Uber, dijo, en Twitter, el rechazo de su expediente por su deuda pasada, por su campaña electoral. En Washington, la antigüedad, las redes y el dinero son determinantes.

Feminización y representación de las minorías

En el Congreso saliente, la edad promedio de los miembros electos de la Cámara era de 58,4 años, frente a los 64 del Senado. Según una encuesta del sitio de noticias Business Insider, realizada en septiembre, el 23% de los congresistas son mayores de 70 años, un nivel sin precedentes en la historia. Si bien casi la mitad de la población tiene menos de 40 años, solo el 5% en el Congreso representa a este grupo de edad.

Parece existir una especie de bono de longevidad tácito. Cuanto más se aferra uno a su puesto, en ausencia de sanción electoral, menos parece posible otra vida, en el sector privado, en los televisores o en el inagotable mundo de los consultores.

Hoy, la cuestión de la renovación no es sólo una cuestión de edad, sino también de feminización y representación de las minorías. Tampoco se limita a los círculos políticos. También se refiere a la Corte Suprema, cuyos nueve miembros son vitalicios. Muchos demócratas lamentan que el ícono liberal Ruth Bader Ginsburg no haya querido renunciar bajo la presidencia de Barack Obama, para darle la oportunidad a este último de reemplazarla por un magistrado del mismo bando. En cambio, murió a fines de 2020 bajo la presidencia de Trump, a los 87 años, lo que brindó una ventaja decisiva a los conservadores, que ahora dominan la Corte (seis a tres).

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