En Estados Unidos, se prevé que la tormenta invernal que paraliza parte del país se prolongue hasta finales del fin de semana


Una violenta tormenta invernal, acompañada de temperaturas bajo cero, continuó, el domingo 25 de diciembre, perturbando el fin de semana de Navidad en los Estados Unidos. En total, las autoridades han confirmado la muerte de al menos 32 personas a causa del clima. Una cifra anterior reportó 24 muertes.

Algunas de estas muertes ocurrieron en las carreteras, que se han vuelto muy peligrosas. Trece personas murieron en el condado de Erie, Nueva York, que incluye la ciudad de Buffalo, donde los ventisqueros alcanzaron los tres metros de altura en algunos lugares.

Hasta 1,7 millones de personas se quedaron sin electricidad, según Poweroutage.us. La electricidad se restableció en gran parte el sábado por la noche, pero en ciertas partes del país se pidió a la población que redujera su consumo y se implementaron cortes de carga, en particular en Carolina del Norte, donde las temperaturas fueron mayoritariamente negativas. El domingo, más de 48.000 hogares seguían sin electricidad en la costa este.

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El Servicio Meteorológico Nacional de EE. UU. (NWS, por sus siglas en inglés) advirtió que el frío representaba un riesgo mortal e instó a los estadounidenses en las áreas afectadas a permanecer en sus casas. El viernes, debido al viento, la temperatura bajó a -48°C.

En el estado de Nueva York (noreste del país), muy golpeado, la gobernadora, Kathy Hochul, desplegó la guardia nacional en el condado de Erie y en Buffalo, la principal ciudad del estado, donde las autoridades anunciaron que los servicios de emergencia están casi paralizados.

Desde el miércoles por la noche, esta tormenta invernal, una de las más violentas en décadas, azota el país y los vientos polares que la acompañan provocan fuertes nevadas, especialmente en la región de los Grandes Lagos.

Más de 3.000 vuelos fueron cancelados el domingo, sumándose a unos 3.500 más cancelados el sábado y otros 6.000 el viernes, según el sitio de seguimiento Flightaware.com. El ministro de Transporte, Pete Buttigieg, dijo en Twitter el sábado que «Las interrupciones más extremas han quedado atrás, con las aerolíneas y los aeropuertos reanudando gradualmente sus operaciones» — palabras a las que se aferraron los viajeros varados en los aeropuertos de Atlanta, Chicago, Denver, Detroit y Nueva York, esperando un milagro navideño.

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Canadá también afectado por la tormenta

En Amherst, Nueva York, el 24 de diciembre.

Un poco por todas partes en las ciudades estadounidenses, como Denver o Chicago, se han abierto refugios para alojar a las personas necesitadas, para permitirles calentarse y así protegerlas del riesgo de hipotermia.

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“Se espera que la tormenta persista durante el fin de semana, antes de que las temperaturas vuelvan a las normas estacionales a mediados de la próxima semana”, dijo el NWS. Para entonces, “Si debe viajar o estar al aire libre, prepárese para el frío extremo usando varias capas de ropa y cubriendo la mayor cantidad de piel posible”escribió el NWS el sábado. “En algunos lugares, estar afuera podría causar congelación en cuestión de minutos. »

Canadá también se ve afectado por la tormenta. Las autoridades también han emitido advertencias de clima severo. Cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad en Ontario y Quebec, mientras que muchos vuelos fueron cancelados en los aeropuertos de Vancouver, Toronto y Montreal. VIA Rail, el servicio de transporte ferroviario de Canadá, dijo que todos los trenes de Toronto a Ottawa y Montreal serían cancelados el día de Navidad luego del descarrilamiento de un tren, mientras que «condiciones climáticas extremas» resultó en muchas otras cancelaciones.

Desde la tarde del viernes, la tormenta se ha convertido en una «bomba de baja presión», un poderoso conflicto entre dos masas de aire: una muy fría, proveniente del Ártico, y otra tropical, proveniente del Golfo de México. Las bombas de baja presión pueden producir fuertes lluvias o nevadas, inundaciones costeras y vientos huracanados. Desde Toronto, la meteoróloga Kelsey McEwen reportó olas de hasta ocho metros en el lago Erie. Por su parte, el clima estadounidense reportó vientos de 120 kilómetros por hora en Fairport Harbor (Ohio).

Le Monde con AP y AFP



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