En Israel, las familias de los rehenes temen que su causa sea olvidada


Este viernes de abril, por la tarde, en la plaza París de Jerusalén, lugar de las manifestaciones de las familias de los rehenes retenidos en Gaza, el cartel de bienvenida a los visitantes marca la pauta: “Medio año de infierno”. Ese es el tiempo transcurrido desde el atentado del 7 de octubre. Los rostros son serios, incluso llorosos. Aquí todos sienten en sus carnes la ausencia de los rehenes. La reunión, bajo el ya cálido sol primaveral, tiene el aire de un velorio fúnebre. “Las últimas semanas han sido difíciles con el ataque iraní y la Pascua judía. Los israelíes tienen la mente en otra parte. Las familias se sienten olvidadas por los medios y el corazón de las personas. Están al final de sus fuerzas”explica Gaya Ilan, Miembro del Foro de Desaparecidos y Rehenes, una ONG que intenta mantener la atención sobre esta causa.

Los israelíes, incluidos familiares de los rehenes, instalaron una tienda de campaña frente a la residencia oficial del primer ministro israelí en Jerusalén el 19 de abril de 2024.

El lugar elegido para la reunión, frente a la entrada de la residencia de Benjamín Netanyahu, no es insignificante. No es sólo el lugar de reunión de las movilizaciones contra el Primer Ministro desde hace cinco años, sino también el lugar donde la familia de Gilad Shalit se instaló en 2010 para aumentar la presión sobre el gobierno. El soldado franco-israelí secuestrado en 2006 fue liberado en 2011 a cambio de 1.027 prisioneros palestinos gracias a un acuerdo firmado por Netanyahu, entonces en el poder.

“Tras la iniciativa individual del padre de uno de los rehenes, Eli Stivi, que pasó un fin de semana frente a la residencia de Netanyahu en Cesarea [sur la côte méditerranéenne], Queríamos seguir quedándonos frente a su casa en Jerusalén y montamos una tienda de campaña el 21 de enero. El movimiento se encendió después de una conferencia de prensa que celebró ese día, diciendo que no habría ningún acuerdo con Hamás., explica Zohar Avigdori, que cuenta con un sobrino y una cuñada entre los cautivos de Hamás liberados en noviembre. El Primer Ministro israelí rechazó tajantemente una propuesta del movimiento islamista palestino que exigía una retirada total de la Franja de Gaza a cambio de rehenes.

“Salvar a los rehenes a toda costa”

“Para los rehenes, la cuestión del tiempo es vital. Los dos primeros meses las protestas fueron esporádicas, porque todo el mundo pensaba que habría un acuerdo. Pero el gobierno israelí y especialmente Hamás están mostrando mala voluntad. Las familias llegaron a la conclusión de que era necesario organizar manifestaciones más duras para presionar al gobierno. Lo que es absolutamente seguro es que los 133 rehenes deben ser salvados, cueste lo que cueste para Israel. »analiza Ilan Greilsammer, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales en la Universidad de Bar-Ilan, presente en la manifestación en apoyo a los rehenes.

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