En Japón, el desmantelamiento de la central eléctrica de Fukushima, un complejo proyecto constantemente pospuesto


Trece años después de la fusión provocada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011 de tres de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima (noreste de Japón), el operador del lugar, la Tokyo Electric Company (Tepco), sigue afrontando la complejidad del desmantelamiento a una escala sin precedentes. Su mayor desafío es extraer las 880 toneladas estimadas de combustible nuclear fundido antes de mezclarlo con elementos estructurales y luego perforar las vasijas del reactor. Este corio luego se mezcló con el hormigón de los recintos de contención. Se enfría constantemente, pero sigue siendo peligrosamente radiactivo y de difícil acceso.

“Esta es la torre del homenaje principal del castillo, explicó, el miércoles 6 de marzo, Akira Ono, responsable del desmantelamiento. Hemos logrado algunos avances, pero aún queda mucho por hacer para afrontar la enorme tarea de retirar el combustible derretido. »

La remoción de corio debía comenzar con el Reactor No. 2 en 2021, antes de pasar a los Reactores 1 y 3. La operación se llevará a cabo utilizando un brazo robótico desarrollado en el Reino Unido por el Instituto Internacional de Investigación para el Desmantelamiento Nuclear (IRID) con las empresas Mitsubishi Heavy Industries y Veolia Nuclear Solutions. El gobierno gastó 7.800 millones de yenes (48,5 millones de euros) en su desarrollo.

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La pandemia de Covid-19 retrasó su desarrollo y el dispositivo no pudo entregarse a Japón hasta el verano de 2021. Los técnicos comenzaron entonces su formación sobre un modelo construido por la Agencia Japonesa de Energía Atómica (JAEA) en un centro especializado en Naraha. , una ciudad del departamento de Fukushima. En 2022 se iba a realizar una prueba destinada a retirar algunos gramos de escombros del reactor n.° 2. Se pospuso nuevamente hasta finales de 2023, pero en enero Ono anunció un nuevo aplazamiento de la operación, que debería tener lugar “a más tardar en octubre”.

Brazo robótico demasiado impreciso

Tepco considera que el brazo robótico todavía es demasiado impreciso. “El brazo puede extenderse 22 metros, pero sólo hay un margen de 30 milímetros para evitar que toque las paredes del reactor. Necesitamos mejorar la precisión”. explicó IRID. “Es necesario mejorar la seguridad y maniobrabilidad del brazo robótico”dijo el Sr. Ono.

Al mismo tiempo, la empresa carece de información sobre la situación en el interior de los reactores. Desde 2015, ha enviado varias sondas, entre ellas un robot reptante y un vehículo submarino, dentro de cada uno de los tres reactores, pero sus evoluciones se han visto complicadas cada vez por la acumulación de escombros y el alto nivel de radiación. El 28 de febrero, Tepco utilizó por primera vez un dron en el reactor número 1. Con un peso de sólo 185 gramos, el dron es muy maniobrable y sus aspas prácticamente no levantan polvo, lo que lo convierte en un modelo útil para controles de seguridad en fábricas.

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