En la Feria de Maastricht, el mercado del arte entre tesoros y asombro


Directores de museos (esta es la feria donde más compran), galeristas, expertos y coleccionistas de todo el mundo acudieron a Maastricht, en el extremo sur de los Países Bajos, para la inauguración del 37mi edición de la Feria Europea de Bellas Artes (Tefaf), inaugurada el jueves 7 de marzo, con 270 marchantes que trajeron numerosos tesoros. Todos menos uno: Guy Wildenstein, propietario de la galería Wildenstein, una de las más poderosas en este sector tan particular, brilló por su ausencia en el stand que gestionan sus asistentes en la feria.

Lea nuestro artículo de septiembre de 2023 | Artículo reservado para nuestros suscriptores. Los Wildenstein comparecen ante la justicia francesa

Casualmente, después de años de proceso, el Tribunal de Apelación de París lo condenó el martes 5 de marzo a cuatro años de prisión, dos de ellos bajo el uso de un brazalete electrónico (el resto queda en suspenso), además de una multa de 1 millones de euros – la fiscalía pedía 250 millones – por haber ocultado a las autoridades fiscales francesas bienes estimados en varios miles de millones de euros durante la muerte de su padre, Daniel Wildenstein, en 2001. Además de la multa, el tribunal ordenó la confiscación de la suma de 3,4 millones de euros y la obligación de pagar las cantidades debidas en impuestos. Sus abogados están considerando presentar un recurso de apelación contra la sentencia.

En su sentencia (¡213 páginas!), el tribunal considera que el acusado “Se subestimó a sabiendas las declaraciones de herencia y este proceso penal se implementó de manera extensa y cuidadosa”. Y para concluir: “Eligió sistemáticamente la opacidad para perpetuar el fraude” El caso es único por su escala (el importe de los derechos asciende a varios cientos de millones de euros), su sofisticación con un sistema de fideicomisos y una miríada de empresas subyacentes y su complejidad geográfica.

Largo procedimiento legal

“Su culpa ha sido abiertamente reconocida, los Wildenstein tendrán que pagar lo que deben, es una gran victoria”. exultados en el día del juiciomi Claude Dumont-Beghi, el abogado de Sylvia Roth-Wildenstein, última esposa de Daniel Wildenstein, que llevaba veinte años esperando este momento. Fue ella quien, en 2005, inició un largo procedimiento judicial que reveló una red de trusts, estas empresas fantasma de derecho anglosajón, con sede en Guernsey o en las Bahamas. El tribunal sostuvo que el uso de fideicomisos “sólo puede tener como finalidad ocultar la propiedad de bienes y eludir el pago de impuestos”. Y para agregar: “El principal patrimonio pictórico del Delta Trust, valorado en mil millones de dólares, se vendió por casi la mitad de su valor en diez años, lo que pone en perspectiva tanto la noción de preservación de la colección como la de protección de futuros generaciones. »

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