En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador pierde la batalla por la electricidad, pero gana la batalla por el litio


Es un desaire para el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, conocido como «AMLO». Los diputados rechazaron, el domingo 17 de abril, su proyecto de reforma constitucional fortaleciendo la producción eléctrica pública en detrimento del sector privado. La iniciativa emblemática de «AMLO» provocó la oposición de la comunidad empresarial y de Washington. En el proceso, respondió el presidente nacionalista de centroizquierda, logrando que los diputados votaran el lunes 18 de abril un proyecto de ley que nacionaliza las atractivas reservas de litio de México.

La víspera, los diputados opositores se unieron contra los diputados electos del partido «AMLO» (Morena), tras más de doce horas de amargos debates, salpicados de acusaciones mutuas de «traición a la patria». Morena y sus aliados no alcanzaron, el domingo, la mayoría calificada (dos tercios de los escaños) necesaria para modificar la Constitución para corregir la apertura del mercado eléctrico.

Leer también Artículo reservado para nuestros suscriptores Cómo el presidente “AMLO” militariza a México

El proyecto de reforma fijó la participación de la producción reservada a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en 54%, frente al 38% actual, al prever la revisión de los contratos privados. El texto también confirió al Estado la explotación exclusiva de las reservas de litio, un mineral popular en el desarrollo de baterías eléctricas.

«Regresión»

Un texto llevado con desgana por «AMLO», que denuncia el fin del monopolio público de la CFE, decretado en 2013 por su antecesor, Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro). Desde entonces, la CFE se ha mantenido como el único distribuidor de electricidad a particulares. Pero su producción se ha derretido en beneficio de empresas extranjeras, estadounidenses en su mayoría, pero también españolas (Iberdrola) o francesas (Engie), que han invertido más de 40.000 millones de dólares (37.100 millones de euros) durante nueve años.

“Debemos recuperar el control de la industria eléctrica nacional frente a las perversas decisiones impuestas por los neoliberales y los corruptos subyugados a los intereses de las grandes firmas”, argumenta Andrés Manuel López Obrador. Pero Morena y sus aliados reunieron, el domingo, solo 275 votos de los diputados, frente a los 334 necesarios para modificar la Constitución. “Esta reforma es una regresión”fustigó a Alejandro Moreno, diputado del PRI, denunciando un «violación de la libre competencia» quién «destruye el medio ambiente». Desde hace nueve años, las empresas privadas han favorecido las energías renovables y el gas natural, mientras que la CFE tiene principalmente centrales térmicas contaminantes.

Te queda el 56,14% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5