En Nueva Zelanda, tres muertos tras el paso de la tormenta Gabrielle


El saldo de la tormenta Gabrielle que cayó sobre Nueva Zelanda el lunes 13 y martes 14 de febrero asciende a tres muertos, anunciaron este miércoles las autoridades.

Se encontró un cuerpo donde se reportó la desaparición de un bombero cuando una casa se derrumbó durante las inclemencias del tiempo en el oeste de Auckland, y dos más en el área de Hawke’s Bay en la Isla Norte, dijo el ministro de Manejo de Emergencias, Kieran McAnulty. Aunque lo peor ya pasó, las autoridades advirtieron el miércoles que aún no ha pasado todo peligro.

El ciclón Gabrielle, que cruzó el Pacífico Sur, se degradó a tormenta cuando se acercaba a Nueva Zelanda el domingo. Vientos violentos y lluvias torrenciales afectaron la Isla Norte, donde viven más de las tres cuartas partes de los 5 millones de habitantes del país, durante la noche de lunes a martes, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra. Este temporal provocó rachas de hasta 140 km/h, un acumulado de lluvia de hasta 200 mm en veinticuatro horas y olas de 11 metros.

«El evento meteorológico más importante del siglo»

Las autoridades están comenzando a medir el alcance de los daños en localidades aisladas donde las inundaciones han arrasado carreteras y cortado las comunicaciones. Unas 10.500 personas han sido desplazadas, dijo Kieran McAnulty. Y 140.000 personas están sin electricidad, aunque la energía se está restableciendo gradualmente.

El primer ministro Chris Hipkins llamó a Gabrielle una“el evento meteorológico más importante que ha ocurrido en Nueva Zelanda este siglo”y se declaró el estado de emergencia nacional por una semana.

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“El daño es considerable en todo el país”se había lamentado el martes Mr. Hipkins, durante una conferencia de prensa en Auckland. “Muchas familias han sido desplazadas, muchas casas están sin luz”, agregó. Las casas fueron dañadas por la caída de árboles o invadidas por lodo y basura. Algunos habitantes se encontraron así totalmente aislados, cortando las carreteras a raíz de derrumbes o inundaciones. Según los medios locales, las personas se vieron obligadas a nadar desde sus hogares para encontrar seguridad.

El mundo con AFP



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