En Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición tienen la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2024. Parte de la población está en la calle. Desde hace ocho semanas, maestros y profesores, enfermeros, funcionarios y jubilados se manifiestan para exigir mejores salarios. La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios convocó a un paro nacional para los días 28 y 1 de febreroejem marzo. “La política, a quién le importa. Elecciones, a quién le importa. Queremos condiciones de trabajo dignas, de inmediato”., lanzó un manifestante frente a las cámaras. Al iniciar la campaña electoral, las encuestas confirman la fuerte despolitización del electorado y el descrédito de los políticos, sean “chavistas” o “antichavistas”.
El frágil repunte de la economía no ha sido suficiente para mejorar las condiciones de vida de la gran mayoría de la población. Después de ocho años de una terrible recesión que hizo que el producto interno bruto del país perdiera casi el 80% de su valor, el crecimiento vuelve a crecer. Fue de +6,8% en 2021 y de +13,3% en 2022, según estimaciones del Observatorio Financiero de Venezuela (OVF, privado). Insuficiente para sacar al país del estancamiento, la recuperación no benefició a todos. Cientos de miles de venezolanos aún abandonaron el país en 2022, lo que eleva el número total de migrantes a más de 7 millones, según la ONU.
El salario mínimo es de 130 bolívares, equivalentes a 5,33 dólares (5,06 euros), al tipo de cambio oficial. Economistas de la OVF estimaron en diciembre que una familia venezolana necesita 63 salarios mínimos para cubrir sus necesidades básicas. En enero, la inflación alcanzó el 39,4%. La hiperinflación amenaza. Las sanciones estadounidenses están obstaculizando las posibilidades de recuperación económica del país. El gobierno no tiene los medios para financiar las demandas sociales.
“Los profesores tienen hambre”
El Observatorio de Conflictividad Social, organización no gubernamental que monitorea las manifestaciones, ha registrado 1.027 manifestaciones en defensa de las condiciones laborales de la población desde principios de año (frente a 173 en enero de 2022). El sector de la educación es, con diferencia, el más movilizado. “Los maestros tienen hambre, suspira la sindicalista Gricelda Sánchez. La tasa de deserción en las aulas supera el 50%. Es una pena. » Los venezolanos también se manifiestan para protestar por los cortes de agua y luz o la falta de gas.
La oposición no canaliza el descontento social y no se beneficia de él. “Los partidos políticos de oposición que boicotearon las elecciones presidenciales de 2018 y legislativas de 2020 han perdido credibilidad y visibilidad para lograr el cambio político, considera la historiadora Margarita López Maya. Las organizaciones sociales, nuevas y viejas, ocuparon el campo. Ellos son los que hoy expresan el deseo de transformar la sociedad. »
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