«¡Es refrescante hasta la muerte!» : en Hellfest, el éxito del helado… con Muscadet


Charles Guyard (en Clisson), editado por Gauthier Delomez / Créditos de las fotos: Maxime Gruss / Hans Lucas / Hans Lucas vía AFP

en el infierno de fiesta infernal, las pausas con helado son una bendición, pero no cualquier sabor. Una vendedora se ofrece por ejemplo a degustar un helado… con Muscadet. Es en efecto en Clisson en Loire-Atlantique, donde la 16ª edición del festival de música metal hasta el domingo, que podremos celebrar el maridaje perfecto entre una de las heladerías más famosas y los productores de vino locales. «Estamos realmente en el corazón del país de Muscadet», conviene al micrófono de Europa 1 Théo, empleado en La Fraiseraie.

“Queríamos traer algo nuevo”, continúa, “deberíamos poder hacer lo mismo con el vino tinto. ¿Será la novedad del próximo año? No sé…”, desliza.

Con vasos en forma de cono, imposible de brindar…

A la espera del helado de vino tinto, muchos festivaleros sucumben a la tentación este año, y las opiniones son bastante unánimes. «Es como moscatel al final, es un poco moscada helada, un poco más dulce», informa un amante de la música metal. «¡Este lado de la uva pequeña, es demasiado bueno!», Agrega un asistente al festival. “Es muy afrutado, es refrescante y sorprende”, dice otro aficionado. «¡Es refrescante hasta la muerte!», concluye otro participante.

El único problema, si tuvieras que encontrar uno, es que es imposible brindar porque el vaso se reemplaza por un cono. “Podemos dar con el fondo del cono”, lanza una consumidora, que cumple, aunque “se escuche menos”, asiente su pareja. Si de hecho no hay ruido, en la avalancha de decibelios, sigue siendo difícil percibir nada.

Por otro lado, el helado debe consumirse con moderación ya que tiene una tasa de casi cinco grados de alcohol.



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