Los raíles de Guam alguna vez fueron tan raros que se presume que se extinguieron en la naturaleza. Hoy en día, solo se encuentran en las islas adyacentes de Rota y Cocos.
Al igual que el destino que le sucedió al martín pescador, el rascón de Guam cayó presa de las serpientes arborícolas marrones, que llegaron a través de barcos de carga. Sin defensas a este extranjero depredador, la población de rieles se desplomó de alrededor de 10,000 a solo 21 en 1985.
Los programas de reproducción han mejorado el número de raíles, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.