Hay multitud de alimentos que tienen mala reputación por ser poco saludables. El queso está en la parte superior de la lista para muchos, pero ¿realmente el queso es tan malo para ti?
Resulta que, según nuevos estudios, el queso podría no ser el alimento poco saludable que crees que es.
Entonces, ¿cómo se ganó el queso la reputación de ser poco saludable? Esto se debe en parte a las pautas dietéticas emitidas por los Estados Unidos que sugieren comer queso bajo en grasa debido al alto contenido de grasas saturadas del alimento que podría elevar los niveles de colesterol malo (LDL). A menudo también se le culpa por el aumento de peso y los problemas digestivos, pero el queso puede ser difamado.
Si bien la nutrición del queso se examinó anteriormente en función de factores aislados como las proteínas o la grasa, los expertos ahora buscan examinar el alimento de manera más holística, analizando cómo todo, desde los nutrientes hasta la estructura, afecta su función en el cuerpo.
Resulta que, después de todo, el queso con toda la grasa podría no ser tan terrible gracias a la forma en que se organizan los nutrientes y los componentes. Esencialmente, nuestros cuerpos procesan el queso de manera diferente a la mantequilla, por ejemplo, debido a la forma en que se crea. De hecho, un estudio de 2018 mostró que después de comer tanto queso como mantequilla, durante una prueba, la grasa saturada del queso no aumentó el LDL tanto como la mantequilla.
Hay algunas teorías acerca de por qué la grasa saturada del queso no es tan mala. Existe la idea de que los minerales en los alimentos ayudan a eliminar los ácidos grasos en los intestinos del cuerpo, pero también hay investigadores que creen que esos ácidos grasos ayudan a aumentar la actividad genética ayudando al cuerpo a descomponer el colesterol.
Ahora, ¿significa esto que deberías salir corriendo y comer queso en cada comida? No, sigue siendo un alimento alto en calorías y tiene un alto nivel de grasas saturadas. Pero puedes incorporarlo un poco más de lo que podrías haber pensado. Sin embargo, la idea es convertirlo en una dieta saludable y equilibrada, no agregar más queso a la pizza solo porque se puede.
Si eres un amante del queso pero te preocupa la nutrición asociada con la comida, es posible que ahora puedas relajarte un poco más.