EUROPA EXCLUIDA 1 – Los tipos de crédito al consumo se están disparando y los franceses los utilizan cada vez más


Romain Rouillard / Crédito de la foto: NIKOLAS KOKOVLIS / NurPhoto / NurPhoto vía AFP

Anteriormente solicitado para financiar un proyecto inmobiliario o la compra de un vehículo nuevo, créditos al consumo hoy actúan como baluarte contra lainflación. En cualquier caso, es lo que revela en exclusiva sobre Europa 1 un estudio de Panorabanques, líder en la comparación de bancos en Internet. Si sus tipos se han disparado, un +43% en un año, pasando del 4,6 al 6,6%, los franceses siguen suscríbete masivamente, a veces para necesidades inmediatas.

Según el estudio, el 57% de los préstamos al consumo son similares a los llamados préstamos “al contado”. Es decir, se utilizan para financiar gastos que no están destinados a un proyecto concreto (vehículo, inmueble) pero que sí están destinados a llegar a fin de mes.

Cantidades cayendo

Por todo ello, el monto de los créditos muestra una tendencia a la baja. Los individuos son reacios a pedir prestada una suma demasiado grande, debido a la tasas altísimas, y los gastos que deben asegurar no son nada comparables al coste de una casa o un coche. Así, indica el estudio de Panorabanques, el 44% de los franceses que utilizan créditos al consumo piden prestado menos de 6.000 euros y sólo el 7% de ellos acepta créditos superiores a 20.000 euros.

Una situación que, por tanto, tiene todas las características de un círculo vicioso. La inflación obliga a los bancos y organizaciones de crédito a pedir prestado a un tipo de interés más alto, que luego trasladarán al cliente, que tendrá que pagar más para reembolsar su préstamo. Clientes que, también a causa del aumento de los precios, recurren cada vez más a estos créditos, sin poder compensar en su presupuesto el aumento general de los precios. Por último, cabe señalar que las entidades de crédito pueden mostrar cierta reticencia a conceder créditos no destinados a un gasto concreto.

Existen alternativas

Sin embargo, existen varias alternativas al crédito al consumo. Por tanto, los particulares pueden recurrir a microcréditos de unos cientos de euros, disponibles de forma inmediata, u optar por una tarjeta bancaria de débito diferido con la que todos los gastos mensuales aparecen de una sola vez a final de mes. Basile Duval, portavoz de Panorabanques, también habla de BNPL (comprar ahora, pagar carta – comprar ahora, pagar después) «que puede ayudar a resolver una necesidad puntual de tesorería debida a un imprevisto, o facilitar una compra».



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