Eutanasia activa o pasiva y suicidio asistido: ¿qué dicen las leyes de nuestros vecinos europeos sobre la muerte asistida?


Sylvain Allemand // Créditos: ALINE MORCILLO / HANS LUCAS / HANS LUCAS VIA AFP

Un tema que genera acalorados debates. El presidente de la República, Emmanuel Macron, anunció este domingo que un proyecto de la ley que abre la “muerte asistida” en “condiciones estrictas” se presentaría en abril al Consejo de Ministros. Un anuncio sobre un tema social espinoso tras el dictamen favorable del Comité Consultivo Nacional de Ética (CCNE) al respecto.

Actualmente, la ley en Francia permite “la sedación profunda y continua hasta la muerte” para pacientes que padecen enfermedades terminales y cuyo pronóstico vital está en riesgo a corto plazo. Sin embargo, la legislación francesa prohíbe el suicidio asistido o la eutanasia. En el resto de Europa el tema no se trata del mismo modo según el país.

Países Bajos y España por delante

Por parte de Ámsterdam, la cuestión del final de la vida se abordó en 2001. Los Países Bajos fueron el primer Estado del mundo en autorizar la eutanasia activa. Esta práctica consiste en reducir intencionadamente el sufrimiento de una persona inyectándole, por ejemplo, un producto letal. Aunque el acto no esté prohibido, sólo puede realizarse en estricto cumplimiento de determinadas condiciones. El paciente interesado deberá realizar personalmente la solicitud por escrito. Además, su sufrimiento debe ser insoportable e incurable. En 2023, la ley holandesa concedió el derecho a recurrir a la eutanasia activa a los niños menores de 12 años que padecen una enfermedad incurable y cuyos cuidados paliativos son ineficaces.

En 2021, España se convirtió en el sexto país del mundo en legalizar la eutanasia activa. Sin embargo, sólo es accesible para pacientes con nacionalidad española o residentes en Iberia durante al menos 12 meses. El paciente también debe ser adulto, consciente y padecer una enfermedad “grave e incurable”. Al igual que en los Países Bajos, la solicitud debe realizarse por escrito.

Alemania entre dos aguas sobre el tema

La legislación de nuestros vecinos alemanes es más matizada al respecto. La eutanasia activa está formalmente prohibida en todo el Rin, pero su versión pasiva es posible. Los pacientes pueden recibir tratamientos con analgésicos que pueden provocar una muerte prematura. El paciente también tiene derecho a solicitar la interrupción de medidas que prolongan la vida, como la ventilación o la nutrición. El suicidio asistido sigue agitando a la sociedad alemana. En 2023 se debatieron dos proyectos de ley sobre el tema sin encontrar mayoría en el Bundestag.

Italia y el Reino Unido son más graves

En cuanto al suicidio asistido, nuestros vecinos transalpinos son menos flexibles que los Países Bajos y España. Para tener acceso a este derecho se han establecido condiciones extremadamente específicas. El final de la vida asistido sólo es posible cuando un paciente padece una patología incurable que le provoca un dolor intolerable. Además, su soporte vital debe garantizarse únicamente mediante tratamiento. La solicitud también debe ser realizada en plena conciencia por la persona que desea poner fin a su vida. La eutanasia activa es considerada un delito por los legisladores italianos.

Al otro lado del Canal de la Mancha, la eutanasia activa puede asimilarse a asesinato u homicidio involuntario. La pena máxima que se impondrá es la cadena perpetua. La versión pasiva es posible en casos limitados. El suicidio asistido también está prohibido en tierras de Carlos III.



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