Explicación del final del Gran Hotel Budapest: una ruina antigua encantadora


El deterioro del Gran Budapest es un emblema del propio declive de la civilización. El conserje en 1968, M. Jean (Jason Schwartzmann), es un mal reemplazo de Gustave, quien fue un perfecto caballero y le enseñó a Zero a ser igual. Gustave pertenece a un grupo de conserjes llamado Society of Crossed Keys (llamado así por un libro de Zweig), cuya misión es preservar las tradiciones de las buenas costumbres. Sus esfuerzos, sin embargo, significan poco al final. En su última conversación con el Autor, Zero se lamenta: «Creo que [Gustave’s] mundo se había desvanecido mucho antes de que él entrara en él».

De hecho, las cosas no van bien en 1932 Zubrowka. Si bien la película está ambientada en un pastiche de Europa, el entorno político refleja el tiempo y el lugar reales. La «División Zig-Zag» fascista está en ascenso, con una insignia de doble Z en lugar de las esvásticas nazis. Entre los miembros de Zig-Zag se encuentran los villanos de la película Dmitri (Adrien Brody) y Jopling (Willem Dafoe), quienes incriminan a Gustave por el asesinato de su amante/madre de Dmitri, Madame D. (Tilda Swinton).

En la última escena de la sección de la década de 1930, los Zig-Zag están en el poder en Zubrowka. En otro caso de color que refleja el estado de ánimo, la película cambia a blanco y negro. Bajo el dominio fascista, el color de la vida se ha desvanecido de Zubrowka. Los policías del régimen acosan a Zero por ser inmigrante y matan a Gustave cuando defiende a su protegido. Resulta que la muerte de Gustave es la forma en que Zero, su heredero, se hizo rico. Aún así, incluso en 1968, lamenta la muerte de uno de los últimos «débiles destellos de civilización que quedan en este matadero bárbaro que una vez fue conocido como humanidad».

El fascismo, una ideología de retorno a un pasado idealizado, destruye todo lo bueno. A menos que las tradiciones vayan de la mano con la decencia, no vale la pena aferrarse a ellas.



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