Los temores de una escalada del conflicto entre Irán e Israel preocupan a los mercados asiáticos. El principal índice japonés Nikkei-225 cayó más de un tres por ciento en las operaciones de la mañana.
Viernes negro en la Bolsa de Tokio: los temores a una expansión del conflicto en Oriente Medio y los malos resultados de las bolsas estadounidenses hicieron que el índice Nikkei cayera por debajo de los 37.000 puntos por primera vez desde febrero.
Los temores a una escalada del conflicto en Oriente Medio y la caída de las acciones tecnológicas en EE.UU. provocaron una profunda caída en la bolsa japonesa el viernes. El índice de precios de las acciones Nikkei 225 cayó un 3,3 por ciento a 36.818 puntos a la hora del almuerzo. Esto significó que el índice adelantado de Japón cayó por debajo de los 37.000 puntos por primera vez desde el 9 de febrero. El índice Topix, de ponderación más amplia, cayó un 2,8 por ciento hasta los 2.603 puntos.
Por un lado, los informes sobre explosiones en Irán impulsaron las ventas. Por otro lado, los inversores continuaron con las pérdidas de los precios de las acciones tecnológicas en EE.UU. desde el jueves en Asia. Las acciones de los proveedores japoneses de la industria mundial de semiconductores sufrieron especialmente. El fabricante de instalaciones Tokyo Electron perdió casi el ocho por ciento de su valor en la sesión matutina. Lasertec, fabricante de instrumentos de medición, incluso casi el diez por ciento.
El índice bursátil coreano Kospi también perdió más del dos por ciento. Sin embargo, otras bolsas de Asia, como Singapur y Hong Kong, comenzaron la jornada con ligeras pérdidas. La Bolsa de Shanghai, más influenciada por los acontecimientos internos de China, cotizó inicialmente al nivel del día anterior.
Los informes de Irán alimentaron la preocupación de que Israel pudiera ahora tomar represalias contra un importante ataque con misiles iraní el domingo de la semana pasada. Esto también provocó movimiento en otros mercados. El yen subió de valor frente al dólar, probablemente porque los inversores volvieron a creer en su papel como moneda refugio en las crisis internacionales. El dólar cayó por debajo de los 154 yenes.
Por otro lado, el precio del petróleo en Nueva York subió un tres por ciento hasta superar los 85 dólares por barril. Mientras tanto, compañías navieras como Yusen y Mitsui se encuentran entre las ganadoras de la crisis en la bolsa japonesa. Sus acciones subieron por la mañana más de un 1,5 por ciento, ya que los inversores apostaron por mayores tarifas de transporte y, por tanto, beneficios para las empresas de logística a medida que aumenta la amenaza de guerra.
Esto significa que la búsqueda de récords en Japón ha terminado por el momento. Pero hasta ahora los analistas creen que la debilidad es temporal. Antes del colapso, los estrategas del banco de inversión japonés Nomura estimaron que los mercados tal vez reaccionarían nuevamente «favorablemente a la fortaleza económica y a los sólidos beneficios empresariales» a partir de mayo.