Fin de la vida: Elisabeth Borne insta a que la convención ciudadana sea «libre»


«Sed libres» de «emanciparos de las ideas recibidas, de expresar vuestras dudas, vuestros desacuerdos», declaró Elisabeth Borne al inaugurar la convención ciudadana sobre la fin de la vida, que será debatida durante tres meses por unos 200 franceses sorteados. En marzo dirán si cambiar o no la ley actual, sin garantías de cumplimiento, en base a esta pregunta: «¿El marco de apoyo al final de la vida está adaptado a las diferentes situaciones encontradas o se deben introducir cambios?».

“Responder a esta pregunta los llevará a discutir muchos temas”, como el acceso a los cuidados paliativos, los requisitos éticos o incluso el apoyo en el duelo, subrayó Elisabeth Borne. El presidente emmanuel macron había solicitado en septiembre la celebración de esta convención sobre este tema sensible, marcado por importantes divisiones políticas y sociales.

Los términos «eutanasia» o «suicidio asistido» no se mencionan explícitamente. Pero los participantes considerarán si legalizar uno u otro. “No es una misión fácil la que se os encomienda”, admitió la Sra. Borne, que abogó por “una reflexión en los matices y en la responsabilidad”.

«Cuestión de la humanidad»

«La decisión médica es obviamente central, pero es solo un aspecto del debate. El final de la vida también es un problema humano, un requisito de anticipación, apoyo, una ética del cuidado. Entonces, en sus intercambios, traten de abrazar constantemente las preguntas en su totalidad y en su singularidad, para imaginarse en el lugar del otro”, aconsejó.

Para los franceses sorteados en las últimas semanas -173 en la última puntuación, cifra que podría aumentar ligeramente- el principio será el mismo que durante la anterior convención ciudadana, que analizó el clima hace tres años. La idea es asesorar al ejecutivo, a pedido de éste.

La ley actual, conocida como Claeys-Leonetti y cuya última versión data de 2016, prevé la «sedación profunda» para pacientes terminales con sufrimiento intratable, pero no autoriza la eutanasia ni el suicidio asistido. ¿Debería cambiarse este marco? Los franceses sorteados lo pensarán, teniendo en cuenta dictamen emitido en septiembre por el Comité Consultivo Nacional de Ética (CCNE).

«Todo está abierto»

Imposible por el momento saber si la convención ciudadana seguirá este camino: «todo está abierto», aseguró este jueves, durante una conferencia de prensa, Claire Thoury, quien lidera su organización dentro del Consejo Económico, Social y Ambiental (Cesa). Los participantes en la convención, cuyo sorteo ha sido ponderado por consideraciones de edad u origen geográfico, se reunirán durante nueve sesiones de tres días, escalonadas a lo largo de tres meses.

Primero se formarán en debates sobre el final de la vida y se encontrarán con personalidades como, a partir de este fin de semana, Alain Claeys, coautor de la ley actual. Luego debatirán a partir de enero para entregar sus conclusiones en marzo. Pero, gran incógnita, ¿qué hará con ella el ejecutivo? Solo había implementado una pequeña parte de las recomendaciones de la convención climática.

La convención no pretende «legislar»

El primer ministro prometió el viernes «volver» a la convención para «presentar el seguimiento que se le dará a (estos) trabajos» al tiempo que precisó que el papel de estos últimos «no era legislar». Las intenciones de Emmanuel Macron parecen cada vez más inciertas. El jefe de Estado, que inicialmente parecía muy interesado en «moverse» al final de la vida, parecía más retraído recientemente.

La posición del ejecutivo es tanto más difícil de entender cuanto que el propio gobierno se ha involucrado en debates sobre el final de la vida, con parlamentarios y cuidadores. Todo este trabajo será coordinado por los ministros olivier veran (Renovación Democrática) y Agnès Firmin Le Bodo (Profesiones de la Salud).



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