El Girondins de Bordeaux, relegado deportivamente a la Ligue 2 al final de la temporada 2021-2022, fue sancionado con un descenso administrativo a la categoría inferior de Nacional 1, el equivalente a la tercera división, anunció este martes la Liga de Fútbol Profesional.
La LFP hizo pública esta decisión, susceptible de recurso, tras el examen financiero del club girondinense por parte de la Dirección Nacional de Control y Gestión (DNCG). El club, propiedad del empresario Gerard López, tiene siete días para apelar a partir del día siguiente a la notificación de la decisión.
Contratiempos en cascada
Burdeos está plagado de dificultades financieras recurrentes y no ha podido tranquilizar a la DNCG, el organismo de control financiero de la Liga francesa. Estos contratiempos se suman a una temporada deportiva catastrófica, acabando en el último puesto de la Ligue 1, con un descenso sin precedentes desde 1991-1992.
Estas novedades se producen un año después de la llegada de Gerard López al frente del Girondins. El líder hispano-luxemburgués aterrizó en verano de 2021 como un salvador al frente del club bordelés, pese a una imagen borrosa, en concreto al final de su etapa en el Lille -había sido expulsado de LOSC por problemas económicos-.
Casualidad del calendario, la Liga anunció este martes que la DNCG no había tomado «sin medida» contra el club de Lille.