En un ajetreado contexto diplomático global, el gasto militar alcanzó un nuevo pico de 2.240 millones de dólares (alrededor de 2.040 millones de euros) en 2022, en todos los continentes, o el 2,2 % del PIB mundial, según un informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo ( Sipri) publicado el lunes 24 de abril. Este es, a escala mundial, el octavo año consecutivo de aumento de las inversiones en los ejércitos.
“Son atraídos por la guerra en Ucrania, que está elevando los presupuestos europeos, pero también por las crecientes tensiones no resueltas en el Este de Asia” entre China, por un lado, y, por otro, Estados Unidos y sus aliados asiáticos, subraya, con la Agence France-Presse (AFP), la investigadora Nan Tian, una de las autoras del estudio.
El gasto militar en Europa alcanzó los 480.000 millones de dólares en 2022 -un año marcado por la invasión rusa de Ucrania- o, tras deducir la inflación, un aumento del 13%, según el informe. Este es tanto el crecimiento más fuerte registrado en más de treinta años como el regreso, en dólares constantes, al nivel de gasto de 1989, año de la caída del Muro de Berlín. “Esto es inaudito desde el final de la guerra fría”subraya el Sr. Tian.
Ucrania ha multiplicado por siete su gasto
El gasto ya ha aumentado en más de un tercio en diez años, y la tendencia debería continuar acelerándose en la próxima década. Solo Ucrania multiplicó por siete su gasto, que saltó a 44.000 millones de dólares, un tercio de su PIB. Y eso sin contar varias decenas de miles de millones de donaciones de armamento del exterior, precisa el Sipri. El gasto ruso ha aumentado un 9,2%, según sus estimaciones.
“Pero incluso si quitas las dos naciones en guerra, el gasto en Europa ha aumentado significativamente”, subraya el Sr. Tian. Podriamos «potencialmente» ver niveles de crecimiento similares a 2022 durante varios años, estima el investigador de Sipri.
Después de caer considerablemente en la década de 1990, el gasto militar global ha ido en aumento desde la década de 2000. Inicialmente, fue impulsado por las grandes inversiones de China en su ejército, y luego por las renovadas tensiones con Rusia después de la anexión de Crimea en 2014.
Estados Unidos por sí solo representó el 39% del gasto mundial en 2022. Junto con China, el número dos (13%), representa más de la mitad de las inversiones militares del mundo. Le siguen Rusia (3,9 %), India (3,6 %) y Arabia Saudí (3,3 %).
“China está invirtiendo fuertemente en sus fuerzas navales, obviamente para aumentar su alcance hacia Taiwán y, más allá, hacia el Mar de China Meridional”, subraya el Sr. Tian. Enfrente, Japón, pero también Indonesia, Malasia, Vietnam y más allá, Australia, están tratando de mantenerse al día.
El Reino Unido, la primera nación europea
Reino Unido es el primer país europeo, en sexto lugar (3,1% del total mundial), por delante de Alemania (2,5%) y Francia (2,4%), cifras que incluyen las donaciones a Ucrania. El Reino Unido, segundo donante detrás de Estados Unidos, “Tradicionalmente gasta más que Alemania y Francia y también ha dado más que Alemania y Francia”subraya Mr. Tian, lo que acentúa su condición de primera nación europea en cuanto a gasto militar.
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En Europa, países como Polonia, Holanda y Suecia se encuentran entre los que más han incrementado sus inversiones militares en la última década. Armamentos modernos pero muy caros, como el avión de combate estadounidense F-35, también explican ciertos saltos en el gasto, como en el caso de Finlandia, que el año pasado adquirió 64 aviones.
En marzo, otro informe de Sipri mostró que las importaciones de armas en Europa casi se habían duplicado (+ 93 %) en 2022, impulsadas por entregas masivas a Ucrania, que se ha convertido en el tercer destino más grande del mundo.