Gato despellejado en Snapchat: acusado de 20 años condenado a 10 meses de prisión


El Juzgado de lo Penal de Sarreguemines condenó a un joven de 20 años a diez meses de prisión, seis de ellos en suspenso, por haber descuartizado a su gato en Snapchat. Ahora tiene la obligación de seguir el cuidado y la prohibición de poseer un animal.

La decisión ha sido tomada. El juzgado de lo penal de Sarreguemines juzgó este viernes 4 de noviembre al joven imputado de 20 años, de Freyming-Merlebach (Moselle), que se había filmado descuartizando a su gato y luego publicó el vídeo en la red social Snapchat.

El hombre fue sentenciado a diez meses de prisión, seis de los cuales fueron suspendidos en libertad condicional por dos años, con una orden de internamiento. Por lo tanto, estará en prisión esta noche. El tribunal también pronunció una obligación de cuidado y la prohibición de tener un animal de por vida.

Los videos de este horrible acto fueron mostrados por el presidente del tribunal desde el inicio de la audiencia. Según nuestros compañeros de la Lorrain republicana, el Mosela se mantuvo impasible frente a los videos. Admitió los hechos y dijo que se había «divertido haciendo eso».

“Trastorno de personalidad severo con rasgo sádico”

El individuo, que se considera «una persona con problemas psicológicos», dijo que ya había matado «cinco» animales: «tres gatos cuando era pequeño con piedras, una paloma hace poco que cociné y comí, y este gato». Según el psiquiatra, tiene un «trastorno de personalidad grave con un rasgo sádico».

Varias asociaciones de defensa de los animales testificaron en el bar para describir el horror de los hechos, entre ellas Me Piga, en representación de la Fundación Brigitte Bardot, que pidió «una medida cautelar terapéutica y la prohibición de tener un animal de por vida».

«No dejó ninguna posibilidad al gato que estaba condenado a una muerte horrible», denunció Nicolas Bellet, de la fiscalía, comparando al acusado con un asesino en serie como Hannibal Lecter o Dexter. Solicitó tres años de prisión, uno de ellos suspendido y orden de prisión inmediata.

Su abogada, Me Sandrine Delville, del bar Sarreguemines, argumentó que “no por matar a un gato nos vamos a convertir en asesinos en serie”, admitiendo que su cliente “tendrá que someterse a un tratamiento”.

En su decisión, el tribunal fue más indulgente que las requisas, al condenar al joven de 20 años a diez meses de prisión, seis de los cuales fueron suspendidos. Sin embargo, nunca podrá volver a tener un animal.





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