Ghosts de la BBC ofrece la reflexión más cálida y sabia de la comedia sobre el duelo


No todos of the Ghosts quedan anonadados por la salida anticipada de Mary. El Robin de la edad de piedra de Laurence Rickard escucha las noticias, se encoge de hombros y sigue hablando de ratones bebés. Cuando se entera de que Button House tiene una fiesta reservada esa misma tarde, se entusiasma. ¡Una fiesta! ¡Juegos! ¡Bailando! María, ¿quién?

Sin tener en cuenta a los hombres de las cavernas, los demás demuestran su dolor en forma fiel a los personajes. Thomas, el poeta romántico de Mat Baynton, se vuelve sensiblero y lo convierte todo en él. El Capitán de Ben Willbond se lanza a una actividad sin sentido como una distracción. El parlamentario de los 90 de Simon Farnaby, Julian, explota de ira por cosas triviales no relacionadas. Lady Button de Martha Howe-Douglas es emboscada por el dolor en un momento mundano. Kitty, de Lolly Adefope, la inocente del grupo, se echa a llorar, y Pat, el jefe de tropa de Jim Howick, intenta sofocar su llanto con una serie de reconfortantes, y cada vez más barrocas, mentiras del más allá que involucran a un mago bondadoso y un reino de unicornios.

Ira, negación, depresión, pensamiento mágico… cada uno de los Fantasmas demuestra un comportamiento de duelo clásico. En momentos de duelo, todos somos el Capitán, tratando de perdernos en el trabajo ocupado; o Julian pateando cada pequeña cosa; o un Kitty llorón e inconsolable, o un padre que inventa todas las mentiras que podemos para consolar a un niño desolado. Todos somos Lady Button también, alcanzando instintivamente en un momento cotidiano a alguien que siempre estuvo, siempre allí y luego siendo barridos por la comprensión vacía de que se han ido.

Alison de Charlotte Ritchie, como siempre, es el pegamento sensato que mantiene unida a la familia Button House. Al darse cuenta de que los Fantasmas no están afrontando su pérdida, planea un servicio conmemorativo para Mary en el huerto. Se reúnen para recordar a su amiga con objetos que les recuerdan a ella. Hinojo: su verdura favorita. Una copia del TV Times con la portada protagonizada por The Loose Women, su programa de televisión favorito. Una foto enmarcada de Mike, su persona favorita para espiar en la ducha, todo colocado en una canasta de mimbre tejida con una altura de cinco papas.

El memorial es una escena ingeniosamente equilibrada: triste, cariñosa, tonta y muy fantasmas. Durante el minuto de silencio por Mary, los sonidos de ‘Superman’ de Black Lace rompen la solemnidad mientras Robin insta a todos a entrar y disfrutar de la fiesta infantil en el interior. ¿Cuál es su problema, preguntan? ¿No le afecta en absoluto la pérdida de María?

Robin ha existido por mucho tiempo, les dice. Se enfrenta a la muerte a su manera. Ahora ven y disfruta de la fiesta.



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