Cuando los Guardianes de la Galaxia llegan por primera vez a Counter-Earth, aterrizan en lo que parece un suburbio típico y modesto. Los ciudadanos visten ropa suave, a la moda de los años 80, conducen automóviles promedio y riegan el césped. Todos tienen cabezas de animales descomunales. Los Guardianes terminan al cuidado de una familia de murciélagos que les servirán refrescos y les prestarán su automóvil.
En Marvel Cinematic Universe, el suburbio de los animales no parece inusual, ya que la serie ya ha viajado al Reino Cuántico, al Monte Olimpo, a dimensiones mágicas de bolsillo y a «The Amazing Spider-Man 2». Es cuando los Guardianes están en una sala de estar de aspecto normal, bebiendo líquidos azules y conversando con gente murciélago que se filtra la sátira del escenario. La Contra-Tierra del Alto Evolucionador es una parodia retorcida de la Tierra, un lugar donde todo parece normal, pero algo está… mal. Es el mismo efecto que uno podría experimentar al ver simios a caballo por primera vez en «El planeta de los simios». Esta es la sociedad humana, vuelta de cabeza.
Lamentablemente, la sección de los suburbios de animales es solo una pequeña parte de una película de 150 minutos, por lo que la verdadera rareza de la situación no se asimila por completo. Pero al menos está ahí para ser descubierta. El «Vol. 3» no es «Los guardianes visitan el mundo animal», sino una historia más amplia además.
El propio Alto Evolucionador también es un personaje extraño que parece llevar una máscara de piel humana y que tiene una larga historia en Marvel Comics.