La partida de Siobhan de Inisherin se relaciona con una muerte mucho más grande que abarca no solo las pequeñas vidas de los personajes de la película, sino toda Irlanda. Su elección de comenzar una nueva vida en el continente representa la lenta pero inevitable demolición de una cultura única que eventualmente da paso a algo más moderno y homogeneizado. «The Banshees of Inisherin» tiene lugar en la década de 1920, pero por el aspecto de los personajes y la forma en que viven sus vidas, fácilmente podrían ser 200 años antes y nadie se daría cuenta. Estos son los rescoldos moribundos de una forma de vida que se mantuvo sin cambios durante generaciones, pero que será drásticamente diferente solo unas décadas después de los eventos de la película. Esta tranquila comunidad isleña, el mundo entero para alguien como Pádraic, existirá solo en la memoria.
La muerte de las personas, la muerte de las relaciones, la muerte de la cultura: es difícil ignorar el hecho de que, a lo largo de todo esto, también estamos hablando de la muerte de una Irlanda unificada. «The Banshees of Inisherin» tiene lugar en medio de la Guerra Civil Irlandesa, aunque la lucha queda relegada a un segundo plano, con disparos que solo se escuchan a la distancia del continente. En muchos sentidos, la ruptura de la relación entre Pádraic y Colm representa el cisma entre unionistas y republicanos. Una vez como hermanos, su amistad comienza a deteriorarse por motivos en gran medida hipotéticos, pero se acelera hasta convertirse en una brecha que aparentemente es irreparable después de que ambos lados han cometido violencia. Los orígenes del conflicto son insignificantes, desde un punto de vista práctico: es su perspectiva del daño causado lo que mantiene su relación como una herida abierta.
Entonces, las banshees de Inisherin tienen mucho que lamentar. La película está llena de una sensación de pérdida que, a pesar de su oscuro sentido del humor y sus giros ocasionalmente absurdos en la trama, se siente profunda y resonante. Da la sensación de que todo un mundo está siendo despojado, visto a través de los ojos del bondadoso y sencillo Pádraic, que se contentaría con pasear con su burro y beber cerveza con Colm en el bar local hasta el día de su muerte. Su absoluta confusión sobre la rapidez con que las cosas pueden cambiar y arrebatársele es desgarradora, lo que refuerza el significado emocional de las muchas pérdidas en «The Banshees of Inisherin», muertes tanto literales como metafóricas.