Quizás solo sea una explicación conveniente de por qué Chewbacca no anda en modo completamente frenético arañando a todos los soldados de asalto que ve y arrancándoles los brazos, el libro explica que los wookiees no están dispuestos a atacar a sus oponentes.
«Los wookiees ocasionalmente recurren a morder a sus enemigos con sus afilados dientes», añade el libro. «Chewbacca insiste en que esto no es por el deseo de devorar el tejido de otros seres sintientes, sino más bien como un medio de causar suficiente dolor para distraer y desorientar al rival, permitiendo al wookiee recuperar la ventaja».
La idea de un código de honor para los wookiees fue presentada por Timothy Zahn en su trilogía de libros Thrawn. Zahn escribió sobre los wookiees que tenían garras extensibles que les permitían escalar, pero luego se le ocurrió el código de honor wookiee para explicar por qué Chewbacca nunca había usado sus garras en la trilogía original de «Star Wars».
Los wookiees lo han pasado mal en el universo de «Star Wars». En los primeros borradores de «El retorno del Jedi», eran los wookiees los que se veían obligados a trabajar en la construcción de la segunda Estrella de la Muerte, y se levantarían y lucharían contra el Imperio, aunque esta última idea sería reemplazada por los ewoks. en la película final. La difícil situación de los wookiees resurgiría en el canon ampliado a través de libros y juegos, antes de que «Solo: A Star Wars Story» finalmente mostrara a los wookiees siendo obligados a ser esclavos por el Imperio y utilizados como fuerza laboral.