Hay una verdadera ira de Khan Energy en Star Trek: Picard Season 3, en más de un sentido


El tercer episodio de la nueva temporada de «Picard» se llama «Seventeen Seconds». Presenta a un villano trastornado y malvado, en este caso, el malvado Vadic, interpretado por Amanda Plummer, que sigue a una nave de la Flota Estelar hacia una misteriosa nebulosa donde la comunicación será limitada y los sensores se desactivarán. Ella pilota un buque de batalla masivamente dominado llamado Shrike, que deja al USS Titan completamente superado. Los dos barcos tendrán problemas para verse y apuntar sus armas, lo que hará que los pases sean poco frecuentes y que cada disparo sea particularmente dañino. Todo esto se extrae directamente de «Wrath of Khan», por supuesto, y, si somos honestos, sigue siendo efectivo.

Pero no es solo la batalla lo que refleja a «Khan». Es todo el empuje de la temporada.

Picard (Patrick Stewart) tiene alrededor de un siglo en esta temporada, y dice en el primer episodio que aún no está listo para ser recordado por su legado, anhelando más aventuras. La aventura llega cuando el Dr. Crusher (Gates McFadden) le envía un mensaje secreto pidiéndole defensa contra malvados villanos que secuestrarían a su hijo adulto Jack (Ed Speelers). La temporada sigue la reunificación de Picard con Riker (Jonathan Frakes) y su entendimiento mutuo de que ya no son pollos de primavera.

Uno podría recordar que a Kirk (William Shatner) le regalaron un par de anteojos para leer en «Khan», lo que le da al personaje un símbolo físico de su envejecimiento. Sus ojos ya no son lo que solían ser, y nunca más volverá a ser el joven de décadas anteriores. El envejecimiento es un tema importante tanto en «Picard» como en «Khan». La autoridad permanece, pero puede estar decayendo.

Otro tema importante de «Star Trek II», uno podría recordar, es el de las consecuencias. Kirk y Picard tienen reparaciones que hacer.



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