Hubble detecta capullo de gas que protege la galaxia por primera vez


Nuestra galaxia, la Vía Láctea, no está sola en nuestro rincón del universo; además de los millones de galaxias distantes, tenemos dos vecinos cercanos. Las Nubes de Magallanes Grande y Pequeña son pequeñas galaxias satélite, unidas a nuestra galaxia por la gravedad y orbitando alrededor de ella.

Las fuerzas que experimentan estas galaxias son enormes, con la fuerza gravitatoria que ejerce la Vía Láctea tirando de ellas, pero a pesar de esto, de alguna manera se han mantenido intactas durante miles de millones de años. Ahora, una investigación con el Telescopio Espacial Hubble explica cómo sucedió esto, revelando un escudo protector que ha mantenido seguras a estas galaxias más pequeñas.

Los investigadores han utilizado observaciones espectroscópicas de la luz ultravioleta de los cuásares para detectar y cartografiar la Corona de Magallanes, un halo difuso de gas caliente sobrealimentado que rodea las Nubes de Magallanes Pequeña y Grande. Mostrada en púrpura, la corona se extiende más de 100.000 años luz desde la masa principal de estrellas, gas y polvo que forman las Nubes de Magallanes, entremezclándose con la corona más caliente y extensa que rodea la Vía Láctea. ILUSTRACIÓN: NASA, ESA, Leah Hustak (STScI)

El escudo protector, conocido como corona, se compone de gas caliente sobrealimentado y rodea las nubes de Magallanes. Esto mantiene el gas dentro de las galaxias, lo cual es vital ya que es lo que les permite continuar formando nuevas estrellas. Extendiéndose a 100.000 años luz de las galaxias enanas, la corona ha impedido que la Vía Láctea, más masiva, se lleve todo su gas. “Las galaxias se envuelven en capullos gaseosos, que actúan como escudos defensivos contra otras galaxias”, explicó uno de los investigadores, Andrew Fox, del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, en un comunicado.

Los astrónomos habían teorizado antes sobre estas estructuras de escudo, pero nunca se habían observado porque son muy difíciles de ver. Los investigadores tuvieron que buscar en los datos de archivo del Hubble para observar los cuásares, que son extremadamente brillantes. Son tan brillantes que hacen que el escudo sea visible como una neblina, y al observar 28 cuásares, los investigadores pudieron identificar la corona. Vieron más gas alrededor del centro de la Gran Nube de Magallanes, que se estrecha hacia sus bordes.

“Es una firma reveladora perfecta de que esta corona realmente está ahí”, dijo Krishnarao. “Realmente está envolviendo a la galaxia y protegiéndola”.

La investigación se publica en la revista Nature.

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