Beso forzado: el técnico del fútbol español, Luis Rubiales, dimitirá el viernes


El hombre de 46 años ha sido criticado por todos lados desde que agarró con ambas manos la cabeza de Jennifer Hermoso, la N.10 de la Roja femenina, para luego besarla sorpresivamente en la boca, todo filmado por las cámaras. en el podio del estadio de Sídney justo después de la victoria de España ante Inglaterra.

Un gesto que había hecho reaccionar a las máximas autoridades del fútbol y del poder, ya que el primer ministro español en el cargo hasta la Asociación de Futbolistas Españoles, la Liga Profesional de Fútbol Femenino y el sindicato internacional de jugadores FIFPro e incluso la FIFA, que ha iniciado un expediente disciplinario contra él.

Según los medios españoles, el técnico de 40 años presentará su dimisión el viernes, en el marco de la asamblea general de la Federación Española de Fútbol (RFEF), prevista a partir del mediodía (10:00 GMT) en Las Rozas, cerca de Madrid. , y en el que fueron citadas 140 personas. La federación de fútbol, ​​consultada por la AFP, no confirmó esta información y no quiso hacer comentarios.

El anuncio, el martes por la tarde, de esta asamblea general convocada «de emergencia» fue acompañado de una aclaración: «en vista de los últimos acontecimientos ocurridos (…) el pasado domingo en Sydney, deseamos informarle que los procedimientos internos de la Federación en materia de integridad están abiertos».

«Vergüenza internacional»

El domingo, momentos después de que el beso fuera captado por las cámaras y a su regreso a los vestidores, Jenni Hermoso dijo sobre el beso durante una transmisión en vivo en Instagram: «¡No me gustó, eh!».

Por la tarde, la federación española difundió a la prensa declaraciones del jugador según las cuales se trató de «un gesto mutuo totalmente espontáneo debido a la inmensa alegría que trae la victoria en el Mundial». El lunes, tras considerar inicialmente que quienes criticaban su gesto eran «idiotas», como había declarado en radio Cope, Luis Rubiales acabó pidiendo disculpas unas horas más tarde.

«Lo que aquí se percibía como algo natural, normal, sin malas intenciones», provocó, según él, «una agitación en el exterior», lamentó, antes de añadir que «si hay gente herida, debo disculparme, no hay nada más». hacer».

Unas disculpas que no resultaron convincentes, ya que el Consejo Superior de Deportes, organismo público español dependiente directamente del ministerio, indicó que iba a llevar el caso ante el Tribunal Administrativo Deportivo y tomaría medidas si la Federación no lo hacía.

Cada vez se alzaban más voces

Por su parte, Jennifer Hermoso hizo saber a través de su sindicato, Futpro, que pedía «medidas ejemplares» para Luis Rubiales. El asunto cobró otra dimensión el miércoles cuando la liga profesional de fútbol femenino emitió un mordaz comunicado de prensa exigiendo el despido de Luis Rubiales.

Para La Liga F, «una de las mayores hazañas de la historia del deporte español se ha visto empañada por el comportamiento bochornoso del máximo representante del fútbol español» y la actitud de Rubiales supone un momento de «vergüenza internacional sin precedentes para la ‘marca España'». para el deporte español y para el fútbol femenino mundial».

Este beso no sólo reaccionó en España, sino hasta en la estadounidense Megan Rapinoeuno de los futbolistas más famosos del mundo, o incluso Amnistía Internacional, que considera que este beso es un acto de «violencia sexual en el entorno laboral y ejercida por un superior jerárquico».

Cada vez se alzaban más voces, como las de Carlo Ancelotti, el entrenador del Real Madrid que consideró que este gesto no era «digno de un presidente de la federación» o incluso de Enrique Cerezo, el presidente del Atlético, que se pronunció el jueves sobre la La cadena española Sexta que Luis Rubiales debería dimitir. Queda por ver si la Asamblea General reunirá suficientes votos para implementar una posible decisión. La federación vasca y numerosos representantes de clubes ya han anunciado que no acudirán allí.



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