Ile-de-France: la empresa Vert Marine obligada a reabrir las piscinas de París, Versalles y Clichy-sous-Bois


Tras anunciar el cierre de una treintena de piscinas en Francia, la empresa Vert Marine -gestora privada de piscinas públicas para comunidades- se vio obligada a reabrir algunas de ellas. Como en Clichy-sous-Bois (93), Versalles (78) o París (75).

La buena noticia la anunciaron los propios cargos electos: la piscina Montbauron, en Versalles, así como la piscina Rosa-Parks, en Clichy-sous-Bois o la piscina Pailleron, en París, las tres operadas por la empresa Vert Marine: finalmente reabrirá al público a partir del lunes 12 de septiembre.

Contratos para repensar

Porque si la empresa Vert Marine hubiera anunciado su incapacidad para hacer frente a la explosión de los costes energéticos, justificando el cierre de una treintena de piscinas de las que es responsable, al asegurar que su factura energética había pasado de “15 a 100 millones de euros”, es claro que las comunidades tuvieron la última palabra.

Buena noticia que esconde una situación más compleja: había que revisar los contratos. En Clichy-sous-Bois, el alcalde Olivier Klein, que no es otro que el Ministro Delegado encargado de la Ciudad, tuvo que aceptar hacerse cargo de parte del déficit anunciado para el año 2022, con la condición de que Vert Marine ahorrara 10 % energía.

Lo mismo en Versalles, donde el alcalde François de Mazières, por ejemplo, confió que ahora correspondería al municipio «comprar el gas y la electricidad necesarios» para el funcionamiento de la piscina, y luego «venderlos por el mismo cantidad» a verde marino.

Lo suficiente como para permitir a la sociedad hacer algunos ahorros, en la medida en que las comunidades se benefician de un coste controlado de la electricidad hasta 2023. En París, Pierre Rabadan también anunció la reapertura “muy pronto” del espacio deportivo Pailleron, que cuenta con una de las piscinas más concurridas de la capital.

El teniente de alcalde de París encargado del Deporte habló de «intensas discusiones» con Vert Marine para llegar a esta decisión. Hace unos días, el elegido lamentó que se le haya presentado un hecho consumado, y había sentido que estaba «claramente en una posición de chantaje», subrayando que «eran posibles otras soluciones».

Bien está lo que bien acaba para estos tres establecimientos. Solo por ahora. Incluso en el Ayuntamiento de París, que tiene 42 piscinas, incluidas solo 3 en la delegación de servicio público, prometemos hacer todo lo posible para no cerrar los establecimientos deportivos, y esto, a pesar del inevitable costo adicional por venir.

Pero si la crisis se intensificara o durara varios meses, la cuestión «debería surgir en algún momento», ya advierte Pierre Rabadan, que habla de «masivos costes adicionales» que podrían llegar a «varias decenas de millones de euros», enteramente la responsabilidad de la Ciudad.





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