Según el fiscal de Montpellier, el hombre operaba al azar en los espacios naturales, «usando un encendedor» consumir vegetación. Bombero voluntario, admitió haber actuado para «salir de un entorno familiar opresivo» participando él mismo en las intervenciones que había provocado. Según sus palabras, el pasaje al acto le dio «adrenalina» e hizo posible satisfacer «una necesidad de reconocimiento social».
Bombero voluntario, el sospechoso también fue elegido municipal de la comuna de Saint Jean de la Blaquière (Hérault) y guardabosques, cuya función consiste principalmente en mantener las áreas forestales del departamento. Miembro del cuartel local, conocía muy bien el bosque y fue uno de los primeros en movilizarse cuando se produjo un incendio.