Carole Isoux (corresponsal en Bangkok)/Créditos de las fotografías: AHMAD GHARABLI / AFP
30 ciudadanos tailandeses murieron durante los ataques del 7 de octubre en el sur de Israel. Casi 19 trabajadores tailandeses se encuentran actualmente como rehenes en la Franja de Gaza. Estos trabajadores agrícolas, que vinieron a trabajar en el sector frutícola, se encuentran en medio de un gran conflicto. Tailandia cuenta con la intervención de países intermediarios para liberarlos.
Tailandia paga un alto precio en la guerra entre Hamás y Israel. 30 ciudadanos tailandeses murieron durante los ataques del 7 de octubre en el sur de Israel. Una veintena de tailandeses resultaron heridos y otros 19 se encuentran detenidos en la Franja de Gaza.
8.000 trabajadores tailandeses exigen la repatriación
Por ello, el reino tailandés intenta acercarse a países musulmanes influyentes para intentar liberar a sus ciudadanos. Se trata en su mayoría de trabajadores agrícolas que vienen de regiones pobres de Tailandia para trabajar en el sector frutícola, particularmente para reemplazar la mano de obra palestina en las zonas fronterizas.
Hay casi 30.000 en Israel. Pero tras el ataque de Hamás, más de 8.000 personas solicitaron una repatriación urgente. Tailandia, no acostumbrada a encontrarse en el centro de crisis internacionales de esta magnitud, cuenta con la intervención de países intermediarios como Irán o Arabia Saudita.
Un acuerdo con Irán
Según el embajador iraní en Bangkok, Hamás ya ha dado su acuerdo al presidente iraní, Ebrahim Raïssi, para liberar a los rehenes tailandeses y filipinos. A falta de un paso abierto por Israel y con continuos bombardeos, es imposible desplazarlos sin arriesgar sus vidas.
Las autoridades tailandesas evitan cualquier postura sobre el conflicto. El Primer Ministro dice que se están utilizando conexiones personales para liberar a los rehenes.