No se equivoquen, Cameron nunca ha sido un cineasta apolítico, desde el anticolonialismo de «Aliens» hasta la exploración de la moralidad de la tecnología en «Terminator 2». Cameron le dijo recientemente a Esquire Middle East que «estoy feliz de vivir en Nueva Zelanda, donde prohibieron todos los rifles de asalto dos semanas después del horrible tiroteo en la mezquita hace un par de años». Pero su impulso político en la franquicia de «Avatar» estuvo particularmente influenciado por partes de la vida personal del propio cineasta. En 2012, Cameron y su familia decidieron cambiar a una dieta vegana, preocupados por la sostenibilidad y la reducción de su huella de carbono general.
El mundo de «Avatar» comprende muchas de las características cinematográficas de Cameron, pero su descripción fantástica y escapista de Pandora y los habitantes espirituales que la protegen son representativos de su propia política ambientalista. Se puede argumentar que su secuela, «The Way of Water», es una gran declaración para «¡salvar a las ballenas!» Cameron incluso trajo su nuevo disgusto con la violencia armada gratuita a la secuela de «Avatar»:
«De hecho, corté unos 10 minutos de la película que tenían como objetivo la acción de los disparos. Quería deshacerme de algo de la fealdad, para encontrar un equilibrio entre la luz y la oscuridad. Tienes que tener conflicto, por supuesto. La violencia y la acción son lo mismo , dependiendo de cómo se mire. Este es el dilema de todo cineasta de acción, y yo soy conocido como un cineasta de acción».