Para ser justos, no fue necesariamente culpa de Bruce que se produjeran tantos retrasos durante la filmación. El tiburón animatrónico nunca se probó correctamente en agua salada, y con Spielberg insistiendo en que la filmación de «Tiburón» tenía que llevarse a cabo en el Atlántico en lugar de en un tanque de agua poco realista, era probable que ocurrieran fallas mecánicas. Gracias a la partitura original y espeluznante de John Williams mezclada con inquietantes tomas de cámara que muestran el punto de vista del tiburón, la audiencia aún sintió la presencia de un gran tiburón blanco sin siquiera verlo.
La escena más aterradora de «Tiburón» puede ocurrir al principio durante la escena del muelle, donde dos pescadores despistados enganchan su asado festivo al muelle, solo para ser sacados al mar. Un corte rápido de regreso al jefe Brody hojeando un libro lleno de imágenes espantosas de mordeduras de tiburones es una ejecución clásica del teatro de la mente. Una aleta dorsal ni siquiera sobresale del agua, pero el público siente que el ataque de un tiburón es inminente.
Sorprendentemente, el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias) en «Tiburón», una película que dura dos horas y diez minutos, solo tiene unos cuatro minutos de tiempo total en pantalla. Hay algunas imágenes de la segunda unidad de un gran tiburón blanco real que fue filmado en Australia por la legendaria buceadora y conservacionista Valerie Taylor y su esposo, Ron, pero aparte de eso, todo es buena magia de película pasada de moda.
Cuando llegó el momento de que Spielberg diera vida a los dinosaurios en «Jurassic Park», el legendario director engañaría a la audiencia una vez más haciéndoles creer que estaban viendo más bestias prehistóricas de lo que realmente eran.