La Barbie de Greta Gerwig no tiene tiempo para los detestables hermanos del cine (y los fanáticos de Zack Snyder)


La línea de Shipp llega en un momento de la película en el que la Barbie principal ha regresado a Barbieland y ha descubierto el daño que la masculinidad tóxica de Ken le ha causado al mundo. Barbie’s Dream House fue robada y transformada en Ken’s Mojo Dojo Casa House. Le ha dado por vestir pieles, hacer ejercicio, ver películas sobre caballos, alabar a «El Padrino» y jugar a «Mortal Kombat». Las cosas están rotas y sucias. Las mujeres son serviles. El mundo ahora es masculino. Depende de Barbie separar a las otras Barbies de los Ken y «desprogramarlas».

Shipp Barbie, una vez desprogramada, admite que, mientras estaba bajo la influencia de los hombres, sintió que tenía una participación genuina en la versión de Zack Snyder de la «Liga de la Justicia».

Uno podría recordar el alboroto y la campaña generalizada de hashtag punto com en Twitter en torno a «Justice League», la película de superhéroes de 2017. Durante la producción, el director de la película, Zack Snyder, ya estaba teniendo problemas para hacer la película extra larga que quería, y muchas reescrituras y nuevas tomas se estaban haciendo sobre la marcha. Cuando Snyder experimentó una tragedia personal, dejó la película y Joss Whedon asumió el cargo de director (sin acreditar). La película se acortó y se modificó para convertirla en una película razonablemente entretenida, si no algo destartalada y superficial. Un pequeño pero ruidoso contingente de nerds desconcertantemente odiosos comenzó a emerger de las trincheras de 4Chan exigiendo que Warner Bros. restaurara la película de Zack Snyder a su duración original, convencidos de que ya existía un corte extendido en alguna parte. #ReleaseTheSnyderCut se convirtió en un agresivo grito de guerra en las redes sociales.

En 2021, Warner Bros. capituló. La compañía gastó $ 70 millones adicionales para filmar escenas adicionales, y se lanzó un corte de cuatro horas de «Justice League» en HBO Max. Los matones se salieron con la suya.

La ironía era: el corte de cuatro horas no es ni más ni menos entretenido que la versión teatral de dos horas.



Source link-16