Entonces, ¿la supervivencia de Donna es una evasión? Sí, pero es una evasión perdonable. El programa sabe que queremos que Donna y el Doctor regresen juntos a la Tardis, y también sabe que no vamos a ser demasiado quisquillosos si el método para lograrlo es un poco dudoso.
Si este tipo de desarrollo hubiera ocurrido en la primera carrera de Davies como showrunner, podría haber recibido un poco más de reacción. Las temporadas 1 a 4 de “Doctor Who” abordaron muchas controversias gracias al aparente desinterés de Davies en hacer que sus finales felices se sintieran ganados en un nivel básico de la trama. El final de la temporada 3 fue particularmente infame en este sentido, ya que el Doctor básicamente se salvó gracias al poder de los otros personajes que creyeron más en él. La fortaleza de Davies siempre han sido sus personajes, no las resoluciones de su trama, y esto le metió en muchos problemas en ese momento.
Pero después de trece años de ausencia, el tipo específico de descuido de la era de Davies parece ahora pintoresco y encantador. Parte de esto se debe a la nostalgia de todo esto, y parte de esto se debe a que los dos siguientes showrunners demostraron que no son mucho mejores a la hora de encontrar resoluciones de trama satisfactorias. También ayuda que cuando se trata del corazón real del episodio, Davies lo logra. Las bromas de Donna y el nuevo Doctor son tan agudas como siempre esperábamos, y su reunión es tan conmovedora como podríamos haber pedido que fuera. Cuando ella «muere», nos rompe el corazón, y cuando resulta que está bien, nos sentimos eufóricos. Los detalles sinceramente no importan mucho. «The Star Beast» fue un episodio tonto, descuidado y conmovedor, y era exactamente lo que esperábamos del tan esperado regreso de Davies.