La gran travesía de la Historia de Francia en los cómics


Antes de consolidarse como la disciplina que pone en perspectiva la evolución humana a través del tiempo y el espacio, la historia se revela primero a nuestros ojos atónitos de escolares a través de simples imágenes. Formas –la sombra dentada de un castillo–, colores –el rojo flamígero de un gorro frigio–, siluetas –monarcas inmortalizados en posición guerrera–. Un verdadero desfile.

Es a través de los jeroglíficos que los mitos egipcios se anclan en nuestra imaginación, antes de que las cortes europeas ejercieran su propaganda a lo largo de los siglos, gracias a sus lienzos gigantes que nos dejaron como legado. Así, en la memoria colectiva, el Primer Imperio se encarna sobre todo en La coronación de Napoleón del pintor Jacques-Louis David, con una profusión digna de ¿Dónde está Charly?, La serie de historietas de Martin Handford, descubierta en la doble página de un libro de texto, o durante una visita escolar al Louvre. Imágenes que se han vuelto icónicas y que, a partir del 19mi siglo, en paralelo al auge de la prensa, fueron ampliamente difundidos en revistas populares cuyas columnas pronto albergarían la naciente tira cómica.

El noveno arte siempre ha buscado y logrado hablar a todos, como nos recuerda Anne-Hélène Hoog, directora-comisaria del Museo del Cómic de Angoulême, en la larga entrevista que nos concede para este número especial. Es impulsado por este deseo educativo que la colección ofrecida por El mundo y Hachette pretende llevar a bordo el mayor número posible de pasajeros en su viaje por la historia de Francia. Las muchas etapas te harán cabalgar junto a Carlomagno, cruzar el desierto egipcio con Napoleón y construir Versalles con Luis XIV.

Lea también: Artículo reservado para nuestros suscriptores “Porque los cómics nacieron en la calle, su éxito se ha basado en su capacidad de hablarle a todo el mundo”

La guía nunca está lejos, ya que cada volumen va acompañado de una ficha elaborada por historiadores para profundizar y contextualizar. Si bien se basa en la capacidad inagotable de las grandes figuras históricas para encapsular su época, la colección pasa por alto la hagiografía y no duda en resaltar las principales diferencias ideológicas de algunos de ellos.

Facilitador de la curiosidad

Herramienta pedagógica, facilitadora de la curiosidad, las historietas conservan, sin embargo, una forma de imprecisión histórica, con la que deben saber lidiar. Por lo que antecede a la época moderna, los cómics vienen muchas veces a llenar un vacío pictórico y a sustituir fuentes iconográficas insuficientes para recrear toda una vida contemporánea en la que el lector pueda proyectarse. También es la fuerza de un dibujo lineal realista, donde las cajas están unidas entre sí como en un rollo de película.

Considerado durante mucho tiempo como un paliativo apenas adecuado, capaz de dirigirse a los jóvenes antes de que abran un libro «serio», los cómics históricos ahora se han ganado sus cartas de nobleza, citados en la agregación, premiados en festivales y nutridos por enfoques variados y complementarios. Apostamos a que esta colección será una doble puerta de entrada, tanto a la historia como a los cómics.

Encuentre la colección en www.collection-bd-histoiredefrance.com



Source link-5