Según entrevistas en «Behind the Couch: The Making of Frasier» (un reportaje incluido en el DVD de la primera temporada de la serie), Grammer y los creadores del programa (David Angell, Peter Casey y David Lee) tenían una idea radicalmente diferente para La primera serie de Grammer posterior a «Cheers».
Grammer, quien llegó a un acuerdo con el trío antes mencionado para producir un nuevo programa durante la octava temporada de «Cheers», estaba interesado en interpretar a un magnate de los medios al estilo Malcolm Forbes que utiliza una silla de ruedas. El gancho central del programa habrían sido las interacciones del personaje de Grammer con su enfermera hispana y «inteligente de la calle». Cabe preguntarse si este colectivo creativo tenía el ojo puesto en la estrella en ascenso John Leguizamo en ese momento. Podría haber sido un compañero de bromas explosivamente divertido con Grammer.
Tendremos que seguir preguntándonos porque Paramount Television inmediatamente rechazó el discurso. Los ejecutivos querían más de Frasier Crane y resultó que los espectadores estuvieron de acuerdo. La principal objeción del bando de «Frasier» a incluir al erudito psiquiatra en su propia serie fue el temor de que nada pudiera estar a la altura de «Cheers». Su genialidad fue convertir al personaje en una mezcla que combinaba la alocada diversión en el lugar de trabajo de «WKRP in Cincinnati» y la farsa de apartamentos de «The Jeffersons».
En cuanto a su primer concepto, nunca llegó a materializarse en las cadenas de televisión, pero es posible que esta noción específica de choque cultural haya influido en «Los Intocables» de Olivier Nakache y Éric Toledano, en la que un parapléjico blanco rico forma un vínculo poco probable con su cuidador negro. Fue un éxito de taquilla internacional (y generó una nueva versión estadounidense protagonizada por Kevin Hart y Bryan Cranston), lo que sugiere que Grammer y sus asociados podrían haber tenido razón.